Madrid, una ciudad por descubrir

27 noviembre 2011

Este post se lo voy a dedicar a la ciudad donde nací y me crié los primeros años de mi vida, y a la que después he vuelto para ir de tiendas, salir de marcha, ir a trabajar o simplemente pasear, pero a la que nunca he prestado más atención.



Sin embargo, gracias a este blog tuve la idea de conocer un poco más Madrid, cuyo nombre significa “tierra rica en agua”. ¡Y qué gran idea! (quizás está un poco feo alabarse las propias ideas, pero esta lo merece). No solo he descubierto lo bonito que es, sino la cantidad de cosas que esconde. Va a ser un post largo pero con fundamento, creo que uno de los más completos que he hecho y haré.

Para empezar, quiero agradecer de nuevo a New Europe Tours, compañía de free tours que ya os recomendé en su día en el viaje a Munich y que vuelvo a recomendaros. Hice el tour con ellos y por eso tengo más información interesante y curiosa que ofreceros. Gracias también a Sebas, que fue el guía que nos acompañó.

Plazas, plazas y más plazas

Mi visita empezará en la Plaza de la Puerta del Sol. En ella encontramos la estatua del Oso y el Madroño, uno de los símbolos más representativos de Madrid y que forma parte del escudo de la ciudad. Como curiosidad, en realidad es una osa y el árbol no es un madroño, pero siempre se le ha llamado así y así seguiremos llamándolo :) Por cierto, dicen los supersticiosos que da buena suerte tocarlo.

Tenemos el reloj de la Puerta del Sol, famoso por la tradición que tenemos en España de entrar en un nuevo año comiendo uvas al ritmo de las 12 campanadas del reloj (lo digo para los que me leéis de fuera de España).

Otros de los puntos de interés turístico de la Puerta del Sol es el Kilómetro 0, punto de partida de las carreteras españolas, ya que Madrid es prácticamente el centro de la Península. Otra curiosidad, esta vez personal: no tengo ninguna foto ni ahí, ni en el Oso y el Madroño, ¿será porque soy de Madrid?

Y de una plaza a otra. Ahora es el turno de la Plaza Mayor, donde en estas fechas podéis visitar el mercado navideño y donde se encuentra la oficina de turismo, en el bonito edificio Casa de la Panadería. Lo que hoy en día vemos no se parece nada a lo que había antes: la plaza que se construyó era de madera, con edificios de cinco plantas –en lugar de tres- y acogía todo tipo de actividades. Algunas tan cotidianas como las del siglo XXI; otras, tan horribles como las ejecuciones de la Santa Inquisición y a las que la gente acudía como quien va al cine.

Dejamos la Plaza Mayor por uno de sus arcos, el de Cuchilleros, y bajando llegamos a la Plaza de Puerta Cerrada. No es una plaza como las anteriores, sino más bien un “descansillo”, y me llamó especialmente la atención su historia. Antiguamente, en tiempos del Madrid amurallado, la puerta de la ciudad se encontraba allí. La muralla separaba la zona buena de la mala pero, ¿qué pasaba? Que fuera estaban las tabernas, los prostíbulos y los sitios que gustaban a los juerguistas. Así que llegada la noche, se iban a la zona de fiesta antes de que cerraran la puerta; a la hora de volver lo tenían más complicado: la puerta estaba cerrada y no les quedaba más remedio que trepar, borrachos, para llegar a sus casas o esperar allí a que la abrieran. Lo bonito es que, como podéis apreciar en la foto, los carteles de la calle representan ambas escenas, y que la cruz que había aún sigue ahí.


Y no se acaban las plazas. Vamos ahora con la Plaza de la Villa, donde se encontraba el antiguo Ayuntamiento. Esta no es de mis favoritas, así que solo mencionaré que en una de las casas de allí nació el compositor español Federico Chueca (como reza su placa, prodigio castizo de la música madrileña).

La Plaza de Oriente, mandada construir por el hermano de Napoleón Bonaparte, está al lado del Palacio Real, el mayor palacio occidental después del de Bucarest. El Palacio Real cuenta con 135.000 metros cuadrados y 3.800 habitaciones, vamos, para que no haya problemas si vienen visitas ;) Al principio este edificio estaba coronado por 106 estatuas, pero por confusas razonas las bajaron y actualmente forman parte de la decoración de la Plaza de Oriente y de otros puntos de la geografía española. En el centro está la estatua (que nada tiene que ver con las anteriores) de Felipe IV, que tiene como peculiaridad que es la primera estatua ecuestre donde el caballo está a dos patas. Esto le dio al escultor más de un quebradero de cabeza, y tuvo que preguntar a su maestro Galileo Galilei cómo hacerla. Finalmente, la solución no era tan difícil: las patas y el trasero macizo, y el resto hueco. Desde la zona del Palacio Real se puede ver la Casa de Campo, la extensión verde más grande de Madrid.

Por último ya, está la Plaza de Isabel II, que fue la reina que mandó construir el Teatro Real, el cual se encuentra en esa plaza. Como nos dijo el guía, la planta de este teatro tiene forma de ataúd (algo que me pareció bastante llamativo), no supo decirme por qué. Yo he buscado por internet y por lo que he entendido, es casualidad. Simplemente el solar donde se construyó tenía unas dimensiones un poco raras y para que la gente cupiera por las calles colindantes, el resultado fue una planta con una forma un tanto macabra.

El verdadero nombre de la Catedral de la Almudena

Sí, aquí todos la conocemos como La Almudena, pero lo cierto es que su nombre es algo más complejo: Catedral de Santa María Real de la Almudena. No he estado nunca en el interior; por fuera me parece bastante bonita pero por dentro me han dicho que es bastante sosa. Que en caso de visitar algo, visitéis (o visitemos) la cripta. Lo que me gusta es la leyenda que envuelve a la virgen que da nombre a la Catedral: se cuenta que fue escondida y emparedada por los cristianos en un granero, por temor a los musulmanes, y que cuando tres siglos después el rey de la época la mandó buscar, nadie la encontró. Cuando bajo amenaza los ciudadanos la volvieron a buscar, sin éxito, hicieron una procesión pidiendo un milagro. Entonces, al pasar cerca del granero, por las vibraciones de los pasos procesionales, las paredes se cayeron y apareció la virgen, oculta generaciones atrás. Y que el nombre, en árabe, sería algo así como virgen del granero, ya que “almudin" significaría eso. ¡Qué cosas aprende una!


En la parte de atrás de la Almudena encontramos los restos más antiguos que hay en Madrid. Son los de una muralla musulmana de las que rodeaba la ciudad hace años, por lo cual en esa parte queda un contraste de religiones entre la Catedral cristiana y los restos de la muralla musulmana, esa cultura que tantas cosas dejó en nuestro legado.


Churritos, callos, tapas…

No suelo hacerlo, pero en este caso dedicaré unas líneas a la gastronomía madrileña. El restaurante más antiguo del mundo lo tenemos aquí, y se llama “Sobrino de Botín”. Lo podemos encontrar al lado de la Plaza Mayor y en él trabajó de camarero el pintor español Goya.


¿Qué solemos tomar por Madrid? (o Madriz, como pronunciamos los madrileños). Una buena cervecita con su tapa, unos callos o un cocido, son las cosas típicas. Y para desayunar, churritos con chocolate. Un lugar donde se puede tomar ese tradicional desayuno castizo es en la antigua y deliciosa Chocolatería de San Ginés :)

Otras cosas que ver

Esto que os he contado es solo una pequeñísima muestra de lo que hay por ver en Madrid. Os recomendaré brevemente más lugares.
  • Museos: en la capital, fácilmente accesible mediante bus o metro (o incluso andando) están el Museo del Prado, el Thyssen, el Reina Sofía…
  • La Gran Vía: una gran calle en la cual puedes ir de compras, comer, ir al teatro, ver un musical o ir al cine, entre otras cosas.
  • Espacios verdes: el Parque del Retiro, en pleno centro, la Casa de Campo (donde está el Parque de Atracciones y el Zoo) o los Jardines de Sabatini. La Casa de Campo no suele ser muy recomendable para pasear depende la zona, pero los otros dos, son sitios preciosos.
  • Fuentes: Las Cibeles o Neptuno, dos fuentes famosas por ser donde un par de equipos de la capital celebran o celebraban sus victorias.
  • Puerta de Alcalá: un monumento ahora simbólico que antes unía el camino con Alcalá de Henares (en esta ciudad encontramos su "inverso", es decir, la Puerta de Madrid)
  • Ver el Relevo Solemne de la Guardia Real de Madrid.

Y con esto acabo mi post más largo hasta la fecha, al menos el más largo de un tirón, porque el de Múnich debió ser por el estilo todo junto. Pero este no me apetecía separarlo, espero que no os haya resultado demasiado pesado. Ya estoy pensando próximos destinos para viajar estas navidades, ¡os mantendré al día!

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Recuerdos de un viaje a Roma

18 noviembre 2011

Recuerdo este viaje como si fuera ayer. Pero no lo es, de hecho fue el primer viaje fuera de España que hice, y también el primero en avión. Hace unos… 5 años. La visita no fue más que un fin de semana, aunque por todo lo que vi, ¡cualquiera lo diría!

Cuando llegamos a Roma tuvimos un pequeño problema, porque el hotel donde nos íbamos a alojar estaba ocupado y nos realojaron en otro. Lo cierto es que pasé un poco de miedo porque nos trasladaron en taxi, y los italianos conducen… Mmmm… Un poco temerariamente diría yo (en general). Al final, salimos ganando con nuestro nuevo hotel, ya que estaba al ladito del Coliseo. ¡Toda una suerte!

Coliseo de Roma
Coliseo de Roma

Así que lo primero que vi fue este monumento, considerado una de las siete maravillas del mundo. Con un aforo de 50.000 personas, antes acogía juegos y luchas de gladiadores; ahora, miles de visitantes de todo el mundo lo recorren a diario. Es curioso pensar que todos esos corredores y dependencias que había debajo de la arena y que hoy se ven a plena luz eran algo así como el backstage de los romanos que “trabajaban” en el anfiteatro.

Los alrededores del Coliseo también son muy bonitos. Ahí podemos ver el Arco de Tito, el Arco de Constantino y las ruinas de los foros romanos, un vestigio de lo que fue esta grandiosa ciudad en la antigüedad. Es impresionante la cantidad de años que han pasado desde que fueron construidos esos edificios, y que con todo lo que han sufrido aún queden algunos en pie y totalmente reconocibles, como es el caso de esta iglesia o templo que os pongo en la foto.

Roma
Un edificio del foro romano, casi intacto

En cuanto a la gastronomía de Roma… Qué os voy a decir. Soy una apasionada de la pasta. ¡Me encanta! Así que aproveché y en los dos días y medio que estuve alterné pizza y pasta, con algún que otro rico helado para paliar el calor que hacía (era pleno julio). Los mejores macarrones que he comido en mi vida fueron en un restaurante cercano al Coliseo, pequeñito, haciendo esquina. No me acuerdo del nombre, pero si algún día vuelvo a Roma, pienso buscarlo.

Siguiendo con nuestro recorrido turístico, vimos infinidad de pequeñas iglesias y capillas. Además, en uno de mis paseos encontré una iglesia (una de las Santa Marías, no sé cuál porque hay muchas y en su día no lo apunté), pequeña pero muy bonita, en la que pude disfrutar de un concierto de voces blancas.

Y de un sitio pequeñito a otro colosal e imponente: la Basílica de San Pedro del Vaticano. Tengo que admitir que me enfadé bastante porque, para entrar, me hicieron ponerme una camiseta de manga larga para taparme los hombros. Creo que ir de turista en verano y con una ropa decente (¿quién no lleva camisetas de tirantes en verano?) no es una falta de respeto ni mucho menos. Suerte que la llevaba, porque sino no hubiera podido ver el interior de la basílica. Pero bueno, enfados a parte, creo que es un sitio que merece la pena visitar, al margen de la religión. 

La típica pero inevitable foto de la Plaza de San Pedro del Vaticano

Subir 500 escalones a pie para llegar a la cúpula y ver las preciosas vistas de la Plaza de San Pedro… Es tonificante desde luego, y da mucho calor si es julio y te hacen llevar manga larga. Desde arriba se pueden contemplar las 296 columnas que sostienen la nada despreciable cantidad de 140 estatuas de santos, todas ellas de discípulos de Bernini, el encargado de levantar la Plaza. En el centro de la columnata, un obelisco egipcio de 40 metros de alto. Impresionante todo el conjunto.

Monumento a Vittorio Emanuele II

Qué más cosas vi… Ah sí, el Monumento a Vittorio Emanuele II. Está situado en la Plaza Venecia, y fue construido para celebrar la unificación italiana. Y por supuesto, no podía olvidarme de mencionar la Fontana di Trevi. Tengo que confesar que no me pude resistir a echar una monedita y pedir un deseo :) La única pega que veo yo a esa fuente es que está en una plaza muy pequeña y que las aglomeraciones (sobre todo de turistas) son bastante agobiantes. Pero claro, hay que tener en cuenta que son 26 metros de largo por 20 metros de ancho… Vamos, que no es cualquier cosa.

Por último destacaré el Panteón, que viendo las fotos de mi viaje he descubierto que no fui capaz de coger ni una foto que mereciera la pena. Qué triste, aunque me consuelo pensando que cuando vuelva podré hacer una buena. El Panteón está justo enfrente de la Piazza della Rotonda, y se puede acceder al interior (cosa que tampoco hice, es lo que tienen los viajes express).

Me quedaron muchas cosas sin ver (Castel de Sant Angelo, Iglesia de Sta. María la Maggiore, la Piazza de la Repubblica…), así que espero poder volver algún día a disfrutar de esta ciudad italiana. Hasta aquí lo que se daba. Iré pensando cuál será mi siguiente destino. ¡Feliz fin de semana!

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RELATOS DE OTROS VIAJEROS:

Donde me dejes llevarte, ahora en Twitter

16 noviembre 2011

¡Buenas noches/tardes/días! (depende de cuándo y dónde nos leas)

Esta entrada solo es para anunciaros que he creado una cuenta de twitter para el blog, con el objetivo de dar a conocer por ese medio los post de Donde me dejes llevarte y además informar y estar informada sobre todas las noticias y la actualidad de viajes.

Espero que vayan subiendo los seguidores estos días ;) Es muy fácil: para seguirme solo tienes que dar al botón de la derecha donde pone "Sígueme en Twitter", o buscarme como @Viajerabloggera.


¡Nos leemos!



Una Navidad temprana: visitando el Weihnachtsmarkt de Dortmund

14 noviembre 2011

Weihnachtsmarkt Dortmund
El Weihnachtsmarkt de Dortmund de 2010

Sí, lo sé, todavía no es Navidad y ya os estoy atosigando. Pero es que ya se empieza a respirar ambiente navideño (y las cadenas de televisión aumentan los anuncios de juguetes) y me ha entrado la nostalgia de la visita que hice hace casi un año a Dortmund, en Alemania. Ya os lo dije: más pronto que tarde volvería a hablaros del país germano.

Weihnachtsmarkt Dortmund

Ahora lo hago porque esta semana comienza en Dortmund el Weihnachtsmarkt, vamos, lo que en castellano es de toda la vida un Mercadillo de Navidad. Concretamente este jueves 17 de noviembre se podrá ver ya esta magnífica atracción turística. Yo nunca había visto uno antes, a parte de los de aquí de Madrid (que suelen ser el mercado de artesanos de Recoletos y el de la Plaza Mayor) y la verdad es que dejan mucho que desear. Ojo, no en calidad de productos (ahí no juzgo, sobre todo los de los artesanos) sino en vistosidad y apariencia.

Weihnachtsmarkt Dortmund

Se puede estar todo el día en el Weihnachtsmarkt, porque tiene unos 300 puestos de todas clases y puedes comer y beber allí, además de ver un montón de productos típicos alemanes y de estas fechas (¿de estas? Quizás debería decir de diciembre). En mi opinión, no podéis iros de allí sin probar varias cosas: el currywurst, que son unas salchichas bañadas en curry y que están muy ricas; las salchichas de medio metro, una delicia que puedes acompañar con cerveza para pasarla mejor (toma topicazo, salchichas y cerveza en Alemania); y por último, el Glühwein, que es vino caliente con especias. Hablando de esto, quería resaltar que al comprar tu bebida caliente puedes pagar un euro más (si no recuerdo mal) y llevarte la taza, que es un precioso recuerdo al que cada año cambian el diseño. Me gustaría ver cómo son este año.

Como os decía, el 17 de noviembre tendrá lugar la inauguración a cargo del alcalde de Dortmund, y estará hasta el 23 de diciembre. Otra fecha importante para el mercadillo será el 21 de noviembre, cuando a las 6 de la tarde se enciendan las luces del árbol de navidad más alto, con 45 metros de altura.

Weihnachtsmarkt Dortmund

Dortmund no es la única ciudad que tiene Weihnachtsmarkt, por supuesto. Os voy a dejar algunos apuntes para que veáis otros lugares donde hay mercadillos de este estilo:
  • Münster: de este me han hablado muy bien, y aunque no lo he visto personalmente, tiene muy buena pinta en las fotos… Está del 21 de noviembre al 23 de diciembre. 
  • Bremen: os hablé de esta ciudad hace tiempo, y ahora, Bremen se viste de Navidad y del 24 de noviembre al 23 de diciembre despliega unos 170 puestos con dulces, adornos y productos navideños.
  • Heidelberg: si me pareció precioso cuando la visité en verano, con las luces y los stand repartidos por todas partes… Ufff. Se me ponen los pelos de punta. Estará activo del 23 de noviembre al 22 de diciembre.
  • Bonn: desde el 18 de noviembre hasta el 23 de diciembre la ciudad de Beethoven tendrá por sus calles el Weihnachtsmärkte, que completará con otras actividades como conciertos para todos los públicos. 
Estos son solo unos poquitos sitios donde empaparse del ambiente navideño que tanto me gusta. Son una bonita opción para visitar en pareja o en familia.

Weihnachtsmarkt Dortmund
Algunos recuerdos navideños 🎄

Antes de despedirme, os advierto que todos o casi todos los mercadillos de los que os he hablado cierran el 20 de diciembre, que debe ser alguna fiesta de allí de Alemania. Espero que os haya gustado este post prenavideño y que podáis disfrutar de alguno de estas preciosas ciudadas. Aprovechad ahora antes de que bajen más las temperaturas, ¡aunque siempre podréis calentaros con una buena taza de Glühwein!

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El otoño en Aranjuez

07 noviembre 2011

Este puente de todos los Santos visité una de las emblemáticas ciudades de Madrid: Aranjuez. A punto estuve de coger el tren de la fresa, pero mi reducido presupuesto me hizo ir en coche (eso y que con lo lejos que vivo me hubiera supuesto demasiadas horas de viaje). Ya había estado antes, pero solo había visitado el Palacio y una pequeña parte (pequeñísima) de sus jardines. Así que me dispuse con mi mochila y mi cámara de fotos, y allá que fui.

Aranjuez
Un intento de foto panorámica del Palacio y sus jardines (¡prometo mejorarlas!)

Como siempre, recomiendo visitar primero la oficina de turismo para que te aconsejen cómo organizar tu visita, o al menos que te den un plano de la ciudad. En este caso lo recomiendo también para que no os pase como a mí, que decía: pero si Aranjuez no tiene mucho que ver, el Palacio y los jardines, tampoco será tanto… ¡Qué equivocada estaba!

Empecé la visita por el Jardín del Parterre, el más cercano al Palacio. Es bonito, con sus fuentes y sus esculturas (muy raras, por cierto), y las vistas a este edificio de 1561. Esta vez yo no pasé, pero si no habéis ido nunca está bien visitarlo. Cuesta 9 euros e incluye la entrada al Palacio Real y al Museo de las Falúas (vamos, de las barquitas de los reyes). A parte está la Casa del Labrador, en el otro extremo de los jardines, que si queréis pasar tenéis que comprar la entrada en Palacio.

Aranjuez
Aranjuez

Cuando acabé de ver estos jardines, fui a los de la Isla, que son los medianos. Aún así, el paseo dio para mucho. Me encantó perderme por allí, el otoño le sienta fenomenal a los parques y en especial a los que están tan cuidados. Las hojas caían, a veces de una forma que parecía casi artificial. A pesar de ser un día festivo no estaba muy lleno, y el silencio (humano) permitía que también se oyeran los pájaros… Me gustó el detalle de que el jardín está dividido en calles, con sus señales que indican el nombre incluso.

Pero el paseo por allí se acabó y puse rumbo a los Jardines del Príncipe, de los cuales no sabía de su existencia. Con un área inmensa (en realidad son 12 jardines juntos) de más de 2 kilómetros bordeando el Tajo, se pueden ver muchas maravillas. A parte de las fuentes principales (como la de Narciso, la de Apolo o la fuente de las Cabezas), están el Museo de las Falúas y la Casa del Labrador, de las que os hablé antes.

Aranjuez
Jardines del Príncipe, Aranjuez

A lo largo de más de dos horas de recorrido entre robles, castaños de Indias, ahuehuetes y un sinfín de plantas de las que no conozco el nombre vi también otra de las “atracciones” de los Jardines del Príncipe: la Montaña Rusa. Sí, sí, como leéis. Solo que en este caso no son un montón de vagones en unos raíles, sino una colina artificial desde donde hay unas vistas preciosas de la flora y fauna de allí (los pavos reales y las ardillas son un clásico).

Y así fue como me entretuve un nublado día de otoño por la villa de Aranjuez, cuyo paisaje fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Antes de despedirme os daré un par de alternativas para vuestra visita: una de ellas, realizarla en el trenecito (ojo, lo recomiendo como complemento a la visita a pie), que son 5 euros y hace un recorrido de una hora; y la otra, consultar las visitas guiadas porque las hay muy interesantes, como La Ruta de los mitos y las fuentes o La Ruta de las avenidas y las plazas.

La Montaña Rusa de Aranjuez
La Montaña Rusa de Aranjuez

Al igual que a Aranjuez le sienta muy bien el otoño, estoy segura que a vuestras ciudades también. Si tenéis alguna foto otoñal, os animo a que me la mandéis para publicarla en el blog. ¡Feliz otoño! Te recuerdo que me puedes seguir en  FacebookTwitterInstagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.



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