En mi última visita a Calpe,
además de tomar el sol y bañarme en una de sus estupendas playas, pude hacer la
ruta que sube hasta casi la cima del Peñón de Ifach. Comenzamos el ascenso un
poco tarde y por eso decidimos quedarnos en el Mirador de Carabiners, unos 200
metros más bajo que la cima.
Hicimos la ruta a última hora de
la tarde por dos razones: una, para huir del calor y el sol abrasante que había
antes; dos, porque ver atardecer desde el Peñón tenía que ser impresionante. Lo
malo es que se nos fue un poco la hora y no pudimos llegar a la cima, porque se
nos hacía de noche y no llevábamos linterna.
Comenzamos el ascenso sobre las
19:30h. La ruta no es difícil, pero requiere llevar calzado deportivo o de
montaña. Bajo ningún concepto debes hacerlo con chanclas o calzado de playa o
paseo, ya que te expones a tener un accidente. A los pocos minutos de subir,
las vistas que nos dejaba la ruta ya eran impresionantes.
El primer tramo es el sencillo, e
incluye un centro de interpretación del ecosistema del Peñón y algunos
miradores. Distinguirás cuándo acaba porque está separado del tramo más
complicado por un pequeño túnel. A partir de ahí, el camino se vuelve más
incómodo.
El túnel, de unos 30 metros de
recorrido, está acondicionado con unas cuerdas para evitar resbalones, ya que
la roca a partir de ese tramo está muy desgastada y desliza (por eso es
importantísimo el calzado).
Después del túnel, la senda se
estrecha y se vuelve más escarpada y empinada. Para ayudarte, los tramos más
complicados tienen cuerdas, al igual que el interior del túnel. A pesar de todo
esto, no es un camino muy complicado, y la señalización es estupenda, sin
riesgo de que los que tenemos la orientación allá donde amargan los pepinos nos
perdamos.
La chica de la oficina de turismo
nos dijo que la ruta completa duraba alrededor de 2h30 (subida y bajada), por
lo que, al llegar a la bifurcación que indicaba el Mirador de Carabiners y la
cima del Peñón, nos decantamos por ir hasta el primero, que era menos tiempo y así no se nos haría de noche en la cima.
No sé cómo serán las vistas desde
la cima (espero descubrirlo más pronto que tarde), pero las que había desde este
mirador eran absolutamente impresionantes, y más con la puesta de sol tan
bonita que nos recibió ese día. Después de respirar unos minutos el aire puro
del Peñón de Ifach, iniciamos la bajada, contemplando cómo se iba iluminando la
ciudad de Calpe poco a poco.
Otra cosa que hice en la ruta y
que no debería haber tenido que hacer, fue recoger un par de botellas ajenas
que me encontré por el camino. La gente es muy cerda y me dio mucho asco
cogerlas (una llevaba de regalo un agua pútrida con una colilla dentro), pero
no las podía dejar ahí, con las consecuencias que eso tiene para el ecosistema.
Por favor, un poco de conciencia medioambiental.
Por lo demás, una ruta que me
encantó y que espero poder hacer algún año subiendo hasta la cima. No es
complicada, y las vistas son impresionantes. ¡Por algo el Peñón de Ifach es el
símbolo de la Costa Blanca!
Preciosas vistas! Merece la pena el esfuerzo de subir :)
ResponderEliminar¡Desde luego! Y es más sencillo de lo que puede parecer. Un besito
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