Imponente, en un cerro de casi 100
metros de altura, se encuentra Briones, en La Rioja. Le debemos una
visita en condiciones a este conjunto histórico artístico, ya que
fuimos en invierno, que anochece muy pronto, y casi no pudimos
disfrutar de la villa. Aún así, lo que vimos, mereció mucho la
pena.
Estábamos en época navideña, y
Briones estaba engalanada sobria y elegantemente con luces por sus
calles y edificios. La oficina de turismo (situada en la calle San
Juan, 19), por la hora que era, estaba cerrada, así que nos
aventuramos a conocer sus rincones con una luz que nos abandonaba
rápidamente.
En la plaza, lo primero que hicimos fue
correr a ver la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo
XVI, cuya visita es gratuita (lo único que pagamos fueron 20
céntimos para encender las luces del templo).
A la salida nos dedicamos a admirar la
casona más antigua de la Rioja, situada en la misma plaza, haciendo
esquina con la calle Bergareche. Y, solo con girarse un poco, podemos
disfrutar también del Palacio del Marqués San Nicolás, donde hoy
se encuentra el Ayuntamiento y el Centro de Exposiciones, llamado
Casa Encantada. Allí se puede ver el Museo Etnográfico, amén de
exposiciones temporales.
Casona más antigua de la Rioja
Por fin, nos aventuramos fuera de la
plaza, y pusimos rumbo a una de las dos puertas de acceso a la villa
que hoy se conservan. Antaño llegó a haber seis, pero hoy solo
quedan las llamadas Puerta de la Media Luna y Puerta de la Villa.
Salimos por esta última y giramos a la derecha, donde un poco más
adelante llegamos a los restos de la Torre del Homenaje del castillo,
derrumbada a mitad del siglo XX, que casi no pudimos disfrutar porque
ya era plena noche.
Ayuntamiento y Casa Encantada
Si hubiera sido de día, hubiésemos
podido deleitarnos con las vistas del Ebro y la Sonsierra. También
nos quedan pendientes otros atractivos turísticos, como el Museo de
la Cultura del Vino, el Palacio de los Gadea y el de los Quincoces,
la Ermita de la Concepción o la de los Mártires, ambas a las
afueras del pueblo. La Ermita de San Juan o del Santo Cristo de los
Remedios solo la pudimos ver por fuera.
Como ves, Briones es una joya riojana
que merece un día tranquilo de visita para no perderte nada, aunque
si tienes poco tiempo, también puedes disfrutarlo 😉
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