27 agosto 2023

Arévalo, la villa de las dos caras

Volviendo de un viaje por Galicia, tras haber visto unas fotos que nos llamaron la atención, decidimos parar en Arévalo. De eso hace ya un año, y, por circunstancias, he tenido que volver varias veces a esta localidad abulense en la que, cada vez, descubro algo nuevo que me enamora.

Plaza de la Villa, con Santa María la Mayor al fondo

La cara uno de Arévalo (que es, dicho sea de paso, la segunda localidad con más población después de la capital) es la que se maquilla de ciudad nueva, con bares, supermercados, bloques de pisos y tráfico. La cara dos, por el contrario, es esa sin gota de maquillaje, natural, que conserva la esencia en sus casitas de pueblo, el ambiente tranquilo y la belleza simple de su Plaza de Villa.

Castillo de Arévalo

Pero no nos engañemos. Como las personas, maquilladas o sin maquillar, Arévalo se funde en una sola, y a 1h15 de Madrid si vas por peaje (sí, mido todo desde Madrid porque vivo allí) ofrece un enorme atractivo turístico. Te cuento qué puedes hacer allí para que me creas 😄 Puedes entrar por la zona del Castillo, ya que atraviesas el Puente de Medina y ves el arco del mismo nombre. Por allí posiblemente no haya problemas de aparcamiento, y puedes recorrer el pueblo a pie.

Fachada del Palacio Ballesteros

Si vas a visitar el Castillo de Arévalo, debes saber que solo abre viernes, sábados, domingos y festivos (consúltalo siempre antes, esta información puede quedar desactualizada). Yo, de momento, no he podido pasar al interior, es una de mis tareas pendientes para el futuro próximo. En la misma avenida del castillo está la Bodega del Arriero, del siglo XVI y que se ha restaurado hace poco y puede ser visitada, aunque nosotros no la hemos pillado abierta aún.

Iglesia de San Martín en la Plaza de la Villa

Piérdete por las calles, y, cuando te apetezca encontrarte, ve hasta la Plaza de la Villa. Allí vas a estar bastante rato, ya que se trata de un conjunto monumental de gran belleza. Además de la propia plaza, que es bonita por sí misma, ¿qué más puedes ver allí?

  • La Iglesia de Santa María la Mayor, un edificio de finales del siglo XVII, de estilo mudéjar.
  • El Museo de Historia de Arévalo, situado en la antigua Casa de los Sexmos, donde puedes conocer más sobre la localidad.
  • El Centro de Actividades del Mudéjar, construido en la antigua vivienda del escritor Nicasio Hernández Luquero.
  • La Iglesia de San Martín es un vestigio románico de la localidad abulense, convertido ahora en Collegium, un centro de exposición, educación, investigación y experimentación en arte contemporáneo.

Una vez visto todo lo que hay en la Plaza de la Villa, que no es poco, puedes bajar hasta la Plaza del Real, donde se encuentra el templete de la música, el Ayuntamiento y el arco que da acceso a otras de las plazas principales, la del Arrabal. En este arco, llamado Arco del Alcocer o Puerta del Arrabal, se encuentra la oficina de turismo.

Plaza del Real, en las fiestas del 7 de julio

La Plaza del Arrabal rompe con todo lo visto hasta ahora, que correspondía con esa parte tranquila y pueblerina (en el buen sentido de la palabra, que nadie se ofenda). El bullicio de la gente y el tráfico inundan este rincón de la ciudad, que también aloja una de las muchas iglesias de Arévalo, la de Santo Domingo de Silos. En su interior están los patrones de la ciudad: San Vitorino y la Virgen de las Angustias.

Más iglesias, ermitas y encantos te (nos) esperan en Arévalo, esa villa bañada por el Adaja y el Arevalillo que nos sorprendió un caluroso día de verano y sigue haciéndolo cada vez que vamos.

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2 comentarios :

  1. Ah, your description of Arévalo truly resonates with me! I visited the town a couple of summers ago, and I was struck by the same dual nature—the modern hustle and bustle on one hand, and the timeless, serene beauty on the other. I still remember sipping coffee in Plaza de la Villa, marveling at the juxtaposition of old and new that Arévalo so effortlessly embraces.

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