Como algunos sabréis, este fin de
semana lo he pasado por Valencia. No ha sido un viaje “normal” de los que se
hacen para conocer una ciudad, sino que he ido con la Banda de la Sociedad
Musical Joaquín Turina para participar en un certamen. Y aunque como he dicho
no es un viaje como los que habitualmente cuento, quería compartirlo en el
blog.
El sábado 14 de abril por la
mañana un autobús y varios coches salían desde el Conservatorio de El Espinillo
con cerca de 80 personas llenas de ilusión. El destino de ese día era Manises,
donde teníamos ensayo y luego hacer noche en un albergue juvenil Llometa de Llavata. Cullera hasta el domingo no la pisaríamos.
Alrededor de las 17 h. llegamos a
Manises y ensayamos en la sede de la banda. Me encanta la tradición musical que
tienen allí (en Valencia en general), donde las bandas son centenarias y en
ocasiones, los edificios donde ensayan o donde dan conciertos, verdaderos
monumentos.
Después de unas 3 horitas de
ensayo y toda la mañana de viaje nos merecíamos cenar y descansar, así que
fuimos al albergue, a unos 5
kilómetros de Llíria. Aquí va la información útil para
futuros viajeros u organizadores de viajes. Como dice en su web, es un sitio
especializado en alojar jóvenes y niños, en definitiva, viajes organizados. No
es fácil llegar allí si no es en transporte privado, ya que está a las afueras
de Llíria en un camí que sale de la
carretera.
El alojamiento aparentemente es
bastante idílico, con sus cabañitas de madera y ese ambiente rural encantador. Hay
hasta una placita del “pueblo” y unas instalaciones con perritos de la pradera. La pega que tiene este lugar son
los aseos. Son comunitarios (algo normal tratándose de un albergue) pero la
cuestión no es esa. Están fuera de las cabañas y no tienen una zona para dejar
la ropa mientras te duchas o para cambiarse, salvo el propio retrete (no
recomendable). Y la GRAN pega es que dichos baños están bastante asquerosos. No
solo huelen mal sino que están sucios y da un poco de asco pasar. La
sensación era que ibas a salir de la ducha más sucio de lo que habías entrado.
Así que si vais, queridos viajeros, no olvidéis vuestras chanclas.
Por lo demás, la noche
transcurrió muy bien. Sobre la una de la madrugada me fui a dormir, las
habitaciones sí que están chulas y son confortables. Lo único que tienes que
llevar tú las sábanas o alquilarlas allí (por 3 euros). Con el agradable olor
de mis sábanas caseras me quedé dormida. Ya quedaba menos para el certamen.
Entre pitos y flautas, sobre las
6 de la mañana empezaron a sonar alarmas, comenzaron las duchas y las búsquedas
de los trajes, así que me levanté yo también. Al salir de la habitación vi un
amanecer precioso, hacía mucho que no veía uno tan bonito, con el cielo entre
rosa y naranja, y los pájaros cantando alrededor; un ambiente limpio limpio, no
como el que suele haber en Madrid. Decidí captar el momento con mi móvil, pero
desgraciadamente no se ve todo lo bien que creía; aún así he decidido
compartirlo.
Amanecer en el albergue |
A las 9 de la mañana después de
desayunar (un desayuno normalito que daban allí en el albergue) nos montamos en
el bus ahora sí, rumbo a Cullera. Una hora más tarde, tras ver las enormes
letras “CULLERA” escritas en las montañas al estilo de Hollywood, bajamos del autobús
en el Mercado de Cullera, donde tendría lugar el certamen. Es un edificio de
finales del siglo XIX, y tiene cuatro “módulos”. En uno de ellos está el
auditorio.
A las 11 comenzó el desfile con
el que se inauguraba el certamen, y después la actuación. Desde finales de
enero habíamos ensayado duramente casi todos los fines de semana, de forma
mucho más intensa durante semana santa, y por fin había llegado el gran
momento. Lo dimos todo y se notó en la música: la Obertura para un Centenario, del maestro Talens, era la obra
obligada, y para la libre elegimos la Suite
del Pájaro de Fuego, de Stravinsky. Acabamos de tocar y relajados fuimos a dejar las cosas.
Otros tres compañeros y yo fuimos
a ensayar con la Banda del Ateneo Musical de Cullera y me lo pasé genial
tocando con ellos, sobre todo una obra que se llama Libertadores, de Óscar Navarro.
A las 14 h. la tripa ya reclamaba
atención y como no podía ser de otra forma comí una rica paella valenciana. El
sitio elegido por la organización de la Banda fue la Sociedad de Cazadores (a
mí no me gusta nada la caza, no como el rey yo no hubiera ido ahí). Cuando
acabamos decidimos que nos apetecía ir a la playa y allá que fuimos, aunque con
el traje resultaba un poco incómodo y raro pasear por allí.
La tranquila playa de Cullera |
La tarde avanzaba y a las 17 h.
volvimos al Mercado a ver a la tercera y última banda participante. De camino
nos interceptaron para probar la cazalla, pero yo no soy muy de anís y con un
par de traguitos ya estaba más que servida… A lo que iba. La Banda de Xátiva
llegó desfilando y se metió al auditorio y nosotros con ella. Tocaron genial,
la competencia era dura.
A las 18,15 el certamen llegó a
su fin. Ahora tocaba esperar el veredicto. Tuve suerte de que tenía que ir a
tocar con el Ateneo (ya fuera de concurso, por supuesto) y la espera se me hizo
más corta. Cuando acabó la actuación, todavía encima del escenario escuchamos
el veredicto. Entre el aire que se había levantado, que ya eran las 20 h. (más
o menos) y los nervios que tenía, no paraba de tiritar.
Premio al mejor desfile... ¡Para
la Sociedad Musical Joaquín Turina! Contentos ya con eso, pensábamos que no
tendríamos ninguno más. Siguiente premio: al mejor director, quedó desierto.
¡Vaya chasco! Aunque tendría que ser realmente difícil decidirlo. Ahora iban
los premios gordos… En tercer lugar, la banda de Xátiva. En segundo lugar… La
Unió Musical de Vallada. En nuestra banda ya se oían gritos de júbilo, a pesar
de que el primer premio todavía podía quedar desierto. Primer premio y mención
del jurado… ¡Sociedad Musical Joaquín Turina!
Apenas pude tocar el Himno de
Valencia de la emoción. Nuestro trabajo había dado su fruto, habíamos ganado
nada más y nada menos que tres premios con el esfuerzo de todos y cada uno de
los miembros de aquella banda. Con la miel del éxito en los labios, recogimos
las maletas y de vuelta a Madrid.
¡Enhorabuena a la Banda de la
Sociedad Musical Joaquín Turina!
Enhorabuena!!! El viajecito a Cullera ya tenía su aliciente, pero si encima te vuelves con el reconocimiento al trabajo bien hecho... pues mejor que mejor!!
ResponderEliminarAntes de nada ENHORABUENA por esos premios!!! Supongo que si alguna vez voy a Cullera evitaré los baños de este albergue, jejejeje. Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarUn viaje doblemente bueno. Enhorabuena!
ResponderEliminarEnhorabuena, comenzó el día con un amanercer perfecto y terminó con un perfecto reconocimiento !!! Ya me imagino la fiesta en el autobús de vuelta :-)
ResponderEliminarMuchísimas gracias a tod@s por vuestras felicitaciones!!! :D
ResponderEliminarEnhorabuena por los premios!!!!! Veo que con el certamen apenas vistéis Cullera. Yo he ido muchas veces y tiene alguna cosita que otra que ver.
ResponderEliminarSaludos
Sí, la verdad es que tiene pinta de ser un sitio chulo. A ver si puedo volver este veranito a bañarme en la playa y a conocer un poco más Cullera.
EliminarUn saludo!