Eran alrededor de las 16 h.
cuando aparcamos cerca de la Plaza de Zorrilla, estratégicamente pensado porque
allí estaba la oficina de turismo (no en la misma plaza, sino por la Acera de
Recoletos). Así que un mapa y un par de folletos más tarde, estábamos listos
para visitar la ciudad, de la cual tengo que reconocer que sabía más bien poco…
La Plaza Mayor de Valladolid, al atardecer
Mi padre fue “el encargado del
mapa” y tengo que decir que se le dio muy bien, ya que medio improvisado trazó
una ruta que nos llevó por los principales monumentos vallisoletanos. La
desventaja que al ser por la tarde muchas cosas ya estaban cerradas. Y al
margen de eso, que hacía un aire fresquito que me impedía hacer bien las fotos,
¡me volaba!
Lo primero que me acerqué a ver
fue el edificio de la Academia de Caballería, que también es un museo. Desde
ahí cruzamos para enfilar la calle Santiago (una calle muy comercial, tipo Gran
Vía), donde se encuentra la iglesia del mismo nombre. Fue en esa calle donde vi
la primera referencia al literato Miguel Delibes (nacido allí) con placas
homenajeando su novela “El Hereje”. Luego descubrí que había varias más por la
ciudad.
A la izquierda asoma la Catedral de Valladolid
De la calle Santiago a la Plaza
Mayor había un paso. Esta gran plaza, antes conocida como “Plaza del Mercado”
me gustó especialmente por los tonos rojizos de sus edificios y porque tenía un
tiovivo que le daba un aire muy bonito. En el centro, frente al Ayuntamiento,
se encuentra la estatua del Conde Ansúrez. ¿Y quién es este hombre? A mí desde
luego me picó la curiosidad, porque para que le pongan en la Plaza Mayor tenía
que ser importante. Bien, resulta que fue el que mandó construir la Iglesia de
Santa María “La Antigua”, uno de los símbolos de Valladolid y la que más me
gustó de todas las que vimos.
Antes de ver esa iglesia, pasamos
por la Catedral, situada como muchas otras en un sitio un poco malo encajada
entre edificios que te impiden verla en todo su esplendor (y por lo tanto,
sacar fotos decentes, al menos en mi caso). Al doblar la esquina, en la Plaza
de la Universidad… ¡Tachán! Ante mis ojos aparece una iglesia de un estilo
diferente a las demás, “La Antigua”, un edificio asentado sobre restos romanos y como he dicho antes, fundada por el
Conde Ansúrez en el siglo XI. Creo que en parte me cautivó la sencillez de la
iglesia y la situación, porque al contrario que la Catedral, se encuentra en un
sitio peatonal perfecto para disfrutar de sus vistas.
Continuamos nuestro paseo hacia
el Teatro Calderón (que para los amantes de los musicales, os informo que para
septiembre de 2012 estaba anunciado el musical de La Bella y la Bestia). En esa misma calle, la calle de las
Angustias, encontramos restos de una muralla defensiva de la ciudad, que según
dice en el cartel, debió levantarse en el siglo XII. Es solo un muro, pero
llama la atención verlo ahí en medio de la calle, y sobre todo que casi tapaba
la pobre casa de detrás.
La siguiente gran sorpresa que me
encontré fue la Iglesia de San Pablo, de estilo gótico bastante recargado, al
menos la fachada. Tengo que decir que en la foto no se aprecia, pero era súper
imponente. Justo al lado se encuentra una aglomeración de palacios: el Palacio
del Marqués de Villena, el de los Pimentel y el Palacio Real.
La escultura de Felipe II, mirando hacia la Iglesia de San Pablo
Se hacía tarde y pensábamos en la
retirada, que aún nos quedaban dos horas y algo de camino a casa… Aunque solo
fue un pensamiento y decidimos seguir un poco más, ya que de todos modos para
volver al coche podíamos seguir la ruta y ver más cosas. De camino nos
interceptó un señor que nos recomendó encarecidamente el Museo de Valladolid,
pero desgraciadamente no pudimos pasar porque sino sí que no veríamos nada más.
Mercado del Val
Donde sí nos detuvimos fue en la
Iglesia de San Miguel y San Julián, porque vimos la puerta entreabierta y nos
picó la curiosidad. La verdad que merece la pena echar un vistazo porque era
bastante bonita por el interior (por fuera tampoco tenía mucho misterio). La
otra iglesia/monasterio que vimos por dentro fue la de San Benito, una de las
más antiguas de Valladolid. Y de más antiguo a más antiguo y tiro porque me
toca. El Mercado del Val, situado en esa misma plaza (de la Rinconada, si no me
equivoco) es ahora mismo el más antiguo que se conserva, desde 1882.
Si hubiera tenido más tiempo me
hubiera asomado a la Sala de Exposiciones (aún no hemos salido de la Rinconada
o calle de San Benito), porque había una exposición de fotografía y estaba
abierta.
Ya se acababa el día y tras un
último vistazo a la Plaza Mayor, volvimos hacia el coche. Eso sí, no sin antes
asomarnos a ver el río Pisuerga. Estaba cansadísima y aún me quedaba la vuelta,
pero Valladolid me había dejado encantada y os recomiendo que vayáis a conocer
esta bonita ciudad ;)
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Hicistéis muy bien "acercandóos" a Valladolid a pasar la tarde, es una ciudad que me tiene enamorado y ya he estado 5 ó 6 veces, la Antigua es una maravilla y todas las calles que rodean la Plaza Mayor te invitan a pasear y meterte en alguno de sus restaurantes, quien pudiera estar allí...
ResponderEliminarUn abrazo !!!
Desde luego que en cuanto tenga oportunidad volveré para disfrutar de Valladolid más tranquilamente, porque solo pude ver un par de sitios por dentro y quiero conocer más!!! :)
EliminarUn abrazo Carfot!
Nosotros ahora hablamos de la ciudad donde vivimos; Madrid. Pero nacimos en Valladolid y nos ha encantado tu post. ¡Qué recuerdos!
ResponderEliminarTe invitamos a nuestros sitios favoritos de tapas: http://www.madridcoolblog.com/2012/02/escapadas-desde-madrid-de-tapas-por-html/
Por desgracia no sé cuándo volveré, pero me guardo la recomendación! Desde luego que el restaurante Jero me ha llamado mucho la atención :) Gracias por las sugerencias! Un saludo
EliminarOtra ciudad que no conozco. Reconozco que es casi imperdonable!!! Voy a tener que empezar a conocer bien España antes de salir fuera....Gracias por compartir :-)
ResponderEliminarSaludos
Jejeje, a veces pasa eso, que nos empeñamos en buscar destinos fuera de España y al ladito de casa tenemos cosas preciosas :) Yo de momento son las que me puedo permitir, así que las comparto encantada.
EliminarUn abrazo Fran!!
Valladolid es una de mis ciudades preferidas y nunca me canso de visitarla una y mil veces, además, se come de maravilla!!! Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarYo en cuanto pueda organizo una escapada en condiciones hasta allí! Ya te pediré consejo turístico/gastronómico :) Un abrazo!
EliminarMe alegra ver que te gustase mi ciudad!! Si vuelves otra vez no dudes en escribirme y te echo una mano en lo que quieras. Eso si, si vuelves tienes que ir al Campo Grande (es el parque que veías desde la Plaza Zorrilla); es como el retiro pero en pequeño ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Alberto
Sí, me quedé con ganas de pasear por el Campo Grande, a ver si la próxima vez que vuelva organizo un viajecito chulo y te escribo para que me recomiendes sitios. Muchas gracias :D
EliminarUn abrazo viajero!