Era el primer día que estábamos
en Tenerife (sin contar la llegada,
la noche anterior) y empezábamos fuerte, haciendo una ruta a pie de casi 15 km.
¿Quién dijo que las vacaciones eran para descansar?
No recuerdo bien dónde comienza la ruta, solo recuerdo que pasamos la Ermita de San Francisco de La Montañeta, y pasados unos metros dejamos el coche en una pequeña zona de tierra que hay, donde indica el acceso a Arenas Negras. Nosotros aparcamos en ese terregal porque no queríamos arriesgarnos a meternos por un camino de cabras como nos pasó en el Chorro de Valdesotos, que encima el coche era de alquiler. Desde ahí, aún tienes un par de kilómetros andando hasta donde el resto de gente dejaba el coche. El camino no está mal, así que si no quieres hacer más kilómetros de los necesarios, ve hasta la zona recreativa Arenas Negras en tu vehículo.
Una vez llegas a la zona
recreativa Arenas Negras, lo mejor que puedes hacer es refrescarte y beber agua
en una fuente que hay allí, porque después
no hay forma de surtirse de agua en todo el camino. El principio de la ruta
es bastante sencillo, discurre por un caminito perfectamente señalizado, liso,
sin desnivel. Vas paseando y disfrutando de un paisaje volcánico que, en mi
caso, era el primero que veía en mi vida.
Mientras caminaba observaba la
lava solidificada, impresionada, pensando que estaba divisando (y más tarde
pisando) los restos de la última
erupción volcánica habida en la isla. Concretamente, el volcán Chinyero vomitó su lava en 1909, ¡hace
nada, como aquel que dice!
Cuando comenzamos lo que era
propiamente el sendero circular empezó también la dificultad, porque caminar
sobre la lava era bastante duro para los pies, a pesar de llevar buen calzado.
Además, los pocos árboles que había en el camino los habíamos dejado atrás y
ahora caminábamos a pleno sol, protegidos tan solo por nuestros gorros. A mí se
me hizo especialmente duro el tramo entre el kilómetro 7 y 8, ya que el sol y
la mitad del camino realizado hacían mella en el cuerpo. Bueno, y que ya era
cuesta arriba algunas zonas…
La dificultad del sendero es media, aunque a mí me pareció especialmente
dura. Tuvimos el agua muy escasa y encima a las 14h. teníamos contratada la
visita a la Cueva del Viento, por lo
que el último tramo de la ruta fue medio corriendo. En total 14,4 km.
realizados en 3 horas. Por suerte, aunque agotados, llegamos a tiempo a la
cueva.
¿Merece la pena la ruta? Sí,
totalmente. Es un paisaje muy curioso, viendo el volcán casi todo el rato. No
es complicada y si vas tranquilo y bien preparado (no como nosotros) te
recomiendo este sendero. Además, puedes aparcar el coche en la zona del
merendero y a la llegada haces una barbacoa para reponer fuerzas :)
No os cuento más de la ruta
porque como comprenderéis, no iba tomando notas a cada paso que daba, y porque
pienso que es mejor que la disfrutéis vosotros mismos. Si pensáis hacerla, os recomiendo leer el post de Consejos para senderistas. Espero que os haya
gustado esta entrada, es la primera de unas cuantas rutas que hicimos por
Tenerife. ¡Nos leemos!
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Puff! Solo de leerte me ha entrado un cansancio!! Para mí, creo que sería más bien una ruta difícil porque no estoy nada en forma!
ResponderEliminarYo te aseguro que tampoco estoy en forma xD pero creo que con tranquilidad y yendo preparados, está bien la ruta :) Un abrazo!
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