Hoy os voy a proponer un plan que
podéis hacer en familia en vuestra visita a Múnich. Un plan que, personalmente,
no voy a volver a repetir: ir a un zoológico. En este caso, os hablo del Tierpark Hellabrunn.
Adoro a los animales, sé que no
deben estar en zoos y mucho menos en circos y antros de ese estilo, pero lo
confieso: alguna vez he ido a alguno. Es cierto que no todos los parques de
animales son iguales, y seguramente en algunos casos hasta hagan una buena labor criando
y reproduciendo especies que, de otro modo, irían directas a la extinción. Sin
embargo, los osos polares me hicieron cambiar de idea.
Antes de seguir con la historia,
algunos datos prácticos del Tierpark Hellabrunn:
- Dónde está: Tierparkstr. 30, München (Múnich)
- Cómo llegar: en su web indica cómo llegar en diferentes medios de transporte público o en coche.
- Cuánto cuesta: la entrada general cuesta 14€, aunque hacen descuento con el carnet de estudiante aunque no sea alemán.
Nosotros no teníamos nada que
hacer en Múnich, ya habíamos visitado la ciudad y el Oktoberfest, y visitar el
zoo nos pareció un plan interesante y no muy caro. ¡Iba a ver osos polares por
primera vez en mi vida!
Paseamos, vimos el zoo -no era
muy allá, las instalaciones eran un poco pobres- y, por fin, llegamos donde
estaban los osos polares a los que tanto ansiaba ver (los osos, en general
cualquier tipo, son mis animales favoritos). En mi cabeza estaban esas
criaturas blancas, majestuosas, que caminan por el hielo y la nieve en el
Ártico.
Sin embargo, el animal que me
devolvía la mirada allí a lo lejos, a través del cristal, era un pobre oso
amarillento que ni siquiera caminaba por el hielo. Podría afirmar que es de los
animales más tristes que he visto en mi vida. Así que, aquel día en Múnich, quedé
con aquel osito polar en que no volvería a ir a un zoológico.
- NOTA DEL 02.01.2024: he borrado los post de zoológicos, salvo este porque es como el detonante de que no volveré. A día de hoy, ruego encarecidamente no realizar actividades que impliquen animales.
La verdad es que da una lástima el pobre oso!! No me extraña que te hayas prometido no volver a un zoo... A mí tampoco me gustan mucho esos sitios, pero al final, cuando vas con niños es un clásico difícil de eludir...
ResponderEliminarSí... Supongo que con los peques es otra cosa, que al final les llevas porque les hace ilusión. Pero yo, de momento, no tengo pensado volver a un zoo. Aunque como digo, no todos son iguales.
EliminarUn abrazo
Muy buena decisión. Todos hemos cometido errores pero con la información que hay ahora tenemos que apostar por el turismo responsable. Hoy he visto en FAADA un vídeo de una orca del Loro Parque que no me ha gustado nada, así otro sitio al que no iré. Muy buena entrada, a ver si poco a poco nos vamos concienciando. Un abrazo.
ResponderEliminarTienes toda la razón. Yo ya digo, no todos los zoos me parecen igual, pero este en concreto me pareció bastante terrible, con las instalaciones pequeñas y tristes. El Loro Parque otro que tal baila, masificado y con unas condiciones para los animales más que cuestionables.
EliminarUn abrazo