05 febrero 2018

Luarca, cuna del Nobel Severo Ochoa

¡Hola viajeros! Hace ya unos meses que no os hablo de Asturias, y aún tengo pendientes algunos post. Hoy nos vamos a Luarca, la tierra que vio nacer a Severo Ochoa, un cienfítico asturiano que recibió el premio Nobel de Medicina en 1959.


Luarca es un pueblo costero que destaca por tener un tono blanco en sus casas y también, al menos el día que yo fui, en su ambiente. El cielo estaba bastante cubierto, acentuando esta característica de una villa que, paradójicamente, está en la Costa Verde.


Comenzamos la visita por la Capilla-Santuario de la Marinera Virgen de la Blanca y Nuestro Padre el Buen Jesús Nazareno, conocida –por abreviar, supongo- como Capilla de la Blanca o de la Atalaya. Su situación es absolutamente privilegiada, al igual que la de su cementerio, con unas vistas impresionantes al Mar Cantábrico. Alrededor del siglo XIV ya hay noticias de la existencia de este santuario, que se cree que hacía también de faro.


El Faro, cercano a la Capilla, se encuentra en la Atalaya, en la punta Focicón. Se construyó en 1890 en la misma zona que hubo un fuerte defensivo, cuya misión era proteger Luarca de los ataques de ingleses y franceses.

Una vez visitada la zona de la Atalaya, bajamos al pueblo en coche, pero también puedes hacerlo andando, ya que está como a un kilómetro. Una vez allí, podemos ver la Iglesia de Santa Eulalia, un templo de origen medieval construido en los mismos tonos blancos que muchos de los edificios.


Paseamos por el centro, y llegamos al Palacio de la Gamoneda, donde una exposición sobre Severo Ochoa nos recibe. Es gratuita, por lo que no dudamos en pasar a verla. En ella nos habla de su habitante más ilustre a través de fotografías, proyecciones y recreaciones de sus lugares y objetos de trabajo.


Otro de los planes que teníamos en mente era visitar el Aula del Mar o Centro del Calamar Gigante, pero lleva cerrado desde 2014 por los destrozos que causó el temporal, y no fue posible visitarlo (no sé cuándo estarás leyendo este post, pero si te interesa el Aula del Mar, consulta en la correspondiente oficina de turismo si el estado del museo ha cambiado o sigue cerrado)

Por último fuimos paseando hasta la Capilla de San Roque y San Martín, a la que hay que acceder subiendo un sendero y que merece la pena, no tanto por la Capilla en sí, sino por las vistas que desde allí te encuentras. He encontrado poquísima información sobre esta capilla, así que si tú sabes más, estaré encantada de leerte :)


En definitiva, Luarca es un pueblo de tradición marinera ideal para disfrutar de un día tranquilo conociendo un poco más Asturias. Nosotros pasamos allí la mañana y por la tarde fuimos a Cudillero, que está a unos 30 km.


Y tú, ¿conoces Luarca? ¿Qué me recomiendas por si vuelvo? ¡Cuéntame! Te recuerdo que me puedes seguir en FacebookTwitterInstagram y Youtube :) si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales pinchando en uno de los botones de aquí abajo ↓

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