Si quieres viajar hasta El Escorial de una forma diferente,
el tren de Felipe II puede ser una buena opción. Circula durante todo el año,
partiendo desde la madrileña estación de Príncipe Pío, y puedes elegir entre
diferentes excursiones para visitar la ciudad donde se encuentra el Real Sitio
de San Lorenzo de El Escorial.
Hace unos meses participé en un sorteo y me tocaron un par
de billetes para viajar en el tren de Felipe II, así que aproveché la excusa
para volver a San Lorenzo de El Escorial y visitar el interior del monasterio,
que no había pasado nunca. El pack que me correspondía era el llamado “Travesía”,
el más básico. Cuesta 22€ y tiene incluido lo siguiente:
- Viaje ida y vuelta en este tren histórico desde Príncipe Pío.
- Traslado en autobús desde la estación de El Escorial hasta el pueblo de San Lorenzo, donde está el monasterio.
- Una consumición para gastar en la cafetería de la estación de autobuses de San Lorenzo.
Los demás paquetes incluyen lo mismo que este pero le sumas
la entrada al monasterio, la visita a los jardines o el paseo por la Herrería. Nosotros como
íbamos con el billete regalado lo complementamos con una visita guiada al Real
Sitio de San Lorenzo de El Escorial (o sea, lo que conocemos como monasterio).
Ya os hablaré en un post aparte de esa visita, pero te recomiendo
encarecidamente que te gastes los 14€ que cuesta, porque es genial. Son 10€ de
entrada general más 4€ de la guía.
Fotografía de mi visita en 2011
A lo que iba, que es contar mi experiencia en el tren.
Cuando llegamos a Príncipe Pío la zona de donde salía el convoy hacia El
Escorial estaba a rebosar, porque te citan unos 20 minutos antes. Cuando
empiezan a dejar pasar, presentas tu entrada y te ponen una pegatina en la
chaqueta para identificar el pack que has comprado. Te indican la vía a la que
tienes que ir, y allí Felipe II te da los buenos días.
Nosotros nos situamos a la altura del coche 3, que era el
que nos habían asignado, y esperamos a que alguien nos indicara qué hacer. Ese
alguien fue el mismísimo Felipe II, que, encaramado a la puerta justamente del
coche número tres, nos da la bienvenida y hace algunos chistes como que no va a
morir de gota, enfermedad que realmente contribuyó a llevarle a la tumba. El
actor lo hacía bien, pero por meterse tanto en el papel del siglo XVI al pobre
no le daban ni micrófono, y aunque impostaba bien la voz, me daba pena que
tuviera que estar ahí hablando por encima de todo el jaleo.
El monarca nos da la bendición para subir al tren y pasamos
a buscar nuestros asientos. Teníamos el 14 y el 18, que en contra de lo que
pueda parecer, iban juntos, uno al lado del otro. El tren está dividido en
compartimentos de 8 personas, y tuvimos suerte de que nos tocó con una familia
súper agradable.
Los asientos eran cómodos (más que los del Tren de la Fresa)
pero también seguían en la línea del siglo XVI y la calefacción brillaba por su
ausencia, así que pasamos los 50 minutos de trayecto hasta El Escorial sin
quitarnos el abrigo. A todo esto, conste que el tren es una locomotora con
vagones del siglo XX, que Felipe II era trasladado de Madrid a El Escorial en
una silla porteada por personal de su corte…
En el viaje no hay animación, tan solo aparece el rey (al
que apodaban “El Prudente”) para ver qué tal vas y darte una piruleta y un
folleto con los restaurantes adscritos a la actividad. Hoy me pregunto si tal
vez deberíamos haber interactuado más con él pero, la verdad, con el frío no me
apetecía más que llegar.
Cuando bajas del tren, en la Renfe de El Escorial, te
organizan en varios autobuses y te llevan hasta la estación de bus de San
Lorenzo de El Escorial, donde deberás estar a la hora que te indican para
volver a Madrid. En nuestro caso, los horarios del día quedaron así:
- 10h: llegada a Príncipe Pío.
- 10:20h (aproximadamente): entrada al Tren de Felipe II.
- 11:30-11:45h: llegada a El Escorial, distribución en buses y llegada a San Lorenzo.
- 11:45-16:15h: tiempo libre.
- 16:15h: regreso a la estación de El Escorial.
- 17h: vuelta a Príncipe Pío.
DÓNDE COMER/NO COMER
Antes de ir al monasterio, tomamos algo en el Bar “Tan
RicaMente”, al lado de la estación de buses, y mereció mucho la pena. Fueron 12€
dos pinchos de tortilla, un café, un refresco y unas patatas revolconas con
torreznos. Riquísimo, con un trato excelente, y nos sirvió para pasar el día
bien, porque no nos dio tiempo a comer hasta las 16h.
Si tienes que comer de bocadillo, no lo compres en el bar de
la estación de buses, porque nos costó 4€ cada bocata de lomo con queso y no
nos gustó. Lomo soso, con un queso pastoso y todo medio fuera del pan.
En definitiva, el tren de Felipe II me decepcionó un poco, a
lo mejor también porque lo comparaba con el de la Fresa, que me resultó más
animado y organizado todo. Espero que te haya resultado de utilidad el post, y
si has estado o vas a estar, me encantaría que compartieras conmigo tu
experiencia o tus dudas.
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Qué rápido has sacado el post!! genial tu opinión!! Se lo pasaré a mi amiga, porque ella se esperaba más y me dijo que un día podíamos ir con los niños.
ResponderEliminar¡Ya! Ayer tuve un ratito para dedicar al blog y me puse con el post, que lo tenía reciente :)
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