Normalmente, las reseñas de hoteles las hago en otro formato, intentando ser lo más objetiva posible y valorando cada parte del alojamiento, pero hoy voy a contar la experiencia que vivimos en Villa Ridente, en Giogiosa Marea (Sicilia).
En 2021 teníamos una boda en Sicilia que se celebraba en este idílico complejo (o eso pensamos entonces). Con su playa privada, tiendas, restaurantes, espectáculos… Todo pintaba fenomenal. Sin embargo, nos encontramos que, después de llegar agotados del viaje sobre las 19 o 20h., después de hacer el check-in, no había sitio para cenar ya en ningún restaurante. Tampoco estaban abiertas las tiendas (ni en ese momento, ni nunca, como descubrimos después) por lo que comprar algo para comer en el apartamento quedaba descartado.
¿La solución? Ir a buscar comida al pueblo o pedir a domicilio. Hicimos un primer intento de ir a por pizzas, pero no había buena cobertura GPS y nos perdimos. Si a eso le sumamos que ya era de noche y no nos sentíamos seguros conduciendo por esas carreteras (que además de malas, la gente conocía y conducía de forma terriblemente temeraria), hicieron que nos volviéramos al apartamento.
Intentamos pedir comida por teléfono, pero tampoco fue viable. Lo mismo que nos pasaba a nosotros debía pasarle a los repartidores, que no se movían de la pizzería a no ser que hiciéramos un pedido muy grande (no recuerdo cuánto, pero lo mismo 20 pizzas, que no era factible). Finalmente, esa noche “cenamos” gracias a la caridad del bar de copas, que nos pusieron unos trozos de fuet y unas patatas de bolsa. Las habitaciones tampoco eran muy allá, al menos las de los apartamentos donde estuvimos nosotros. Bastante precarias en todos los aspectos, pero al menos estaban limpias y pudimos descansar.
Al día siguiente hicimos compra en el supermercado del pueblo, algo que te recomiendo que hagas antes e ir a Villa Ridente, y reservamos para cenar en un restaurante para asegurarnos no repetir la experiencia pasada. La cena estuvo muy rica, pero a la hora de pagar tuvimos problemas porque pedimos pagar por separado y fueron bastante desagradables, poniendo muchas pegas y siendo bastante maleducados.
La boda sí fue preciosa, la comida estaba muy rica y las vistas (las de la foto de arriba) bien merecían la pena, pero por lo demás, para mí el complejo de Villa Ridente prometía ser un paraíso y al final, salvo por las preciosas vistas que tenía la zona, fue un absoluto chasco. No lo recomendaría.
Me encantaría saber tu opinión si has estado en este alojamiento. ¿Me la cuentas? Te recuerdo que me puedes seguir en Facebook, Twitter, Instagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Os recuerdo que no se publicarán comentarios con faltas de respeto e insultos ni con links publicitarios.
¡Gracias! :)