Palermo se divide entre zonas brillantes y majestuosas, y otras más oscuras y decadentes; sin embargo, la capital de Sicilia tiene un encanto especial. ¿Me acompañas a descubrirla?
*Hago referencia a qué ver en 1 día porque es el tiempo “aprovechable” que realmente tuvimos en la ciudad.
Nosotros fuimos en agosto de 2021, cuando el COVID aún
estaba muy presente y el calor apretaba que daba gusto. Íbamos a recorrer la
isla (que, por cierto, es la isla más grande y poblada del Mediterráneo), y la
primera parada fue Palermo.
Alquilamos un coche (solo te lo recomiendo si tus nervios son de acero y tienes pericia al volante) que fue muy difícil aparcar después, y nuestro primer contacto fue con la noche siciliana. ¡Había un ambiente increíble! Comimos pizza en la calle y bailamos entre más gente de la que estaba permitida por sanidad en aquel tiempo post pandemia. Pero sobrevivimos.
Lo primero que vimos al despertar fue la Iglesia de San Domenico, situada en la plaza del mismo nombre. No pasé al interior, pero su fachada es imponente, y es que se trata de la segunda iglesia barroca más grande de Sicilia tras la catedral de Palermo.
Y precisamente lo primero que visitamos fue la Catedral (la primera foto del post), con
una fachada muy llamativa y original, conformada por una increíble mezcla de
estilos. Forma parte del Itinerario Árabe Normando desde 2015 con otros
edificios palermitanos como la Capilla Palatina, el Palacio Real o la Iglesia
de San Giovanni degli Eremiti, y nosotros no sacamos la entrada completa, por
lo que solo pudimos ver la nave principal. Si volviera, claramente haría toda
la visita, que incluye la entrada a las Habitaciones de los Obispos, al Palacio
Arzobispal, al Museo Diocesano, a las Tumbas Reales, a la cripta, al Ábside, al
Tesoro y al subterráneo.
Lo que sí decidimos visitar por dentro fue el Palacio de los Normandos, sede actual de la Asamblea Regional Siciliana. El edificio se encuentra en el punto más alto de la ciudad, y ver todo con detalle te llevará, al menos, una hora. El principal atractivo es la Capilla Palatina, una joya arquitectónica que les tenemos que agradecer a los musulmanes y que te deslumbrará según entres.
No te llevará mucho tiempo hacer una parada en San Giovanni degli Eremiti, una preciosa iglesia cuya entrada ronda los 7€. Nosotros solo pudimos pasar al edificio, pero he visto que también tiene un claustro muy bonito que se puede visitar.
Otro lugar que no debes perderte en Palermo es la Fontana
Pretoria, una enorme fuente de mármol blanco, de estilo renacentista, que
puedes visitar solo si el Palazzo delle Aquile está abierto (puedes verla desde
cierta distancia, pero tiene una valla).
Para reponer fuerzas de tu viaje, te recomiendo que pruebes los arancini, unas bolitas de arroz empanado y frito que son típicas de allí. Nosotros comimos en un sitio que se llama Solo Patate, barato y delicioso, donde el dueño nos atendió de maravilla y tuvo cuidado con el tema de mis alergias (si no sabes de lo que hablo, lee esto).
El Teatro Massimo es otro must. Si no vas a hacer la visita guiada (nosotros no lo hicimos), puedes admirar su imponente fachada y descansar un rato en sus escalones mientras te imaginas en alguna de las escenas de El Padrino III que se rodaron en este edificio. Como curiosidad, es el tercer teatro más grande de Europa, y el primero en Italia.
Esto es lo que puedes ver un día en Palermo, exprimiendo el tiempo al máximo. ¿Qué más cosas echas de menos? ¡Te leo! Y te recuerdo que me puedes seguir en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.
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