Una de las cosas que adoro de vivir en Madrid es que puedo
ir de excursión (entiéndase por excursión un viaje de ida y vuelta en el día) a
muchos lugares. En este caso, el sitio que escogimos fue Ávila, esa ciudad de
Castilla y León famosa, entre otras cosas, por sus murallas.
Allí llegamos tras un tortuoso viaje por carreteras
estrechas llenas de ciclistas, después de visitar también Navas del Marqués,
pueblo del que ya os hablaré más adelante. Aparcamos a las afueras de las
murallas, concretamente en la Calle del Río Tormes, cerca de la puerta de Santa
Teresa. No fue excesivamente complicado aparcar, pero ese día no había
demasiada gente en la ciudad.
Fuimos a la Oficina de Turismo (OT) para coger el plano de
rigor, pero por el camino aprovechamos para ver algunos monumentos por fuera,
como el Convento y Museo de Santa Teresa. Llegamos por fin a la OT, situada al
lado de la Puerta de las Carnicerías. Junto al plano nos dieron una hoja con
los horarios y precios de los monumentos, algo que me parece que deberían hacer
todos los lugares turísticos, ya que facilita mucho la visita a la ciudad.
Además, me permitió llegar a la conclusión de que le debo una visita más en
profundidad a Ávila, comprando la tarjeta turística VisitÁvila (entre 13 y 15€)
que merece la pena al menos económicamente. Nadie me ha pagado por decir esto,
que conste en acta, que últimamente está la gente muy desconfiada. Simplemente
eché cuentas y me parece que renta.
Continúo. Uno de los sitios que más ganas tenía de visitar
era la Catedral, la primera de estilo gótico en España. Me pareció sumamente
impresionante, ya no tanto por fuera sino por dentro. Y eso que solo asomé la
cabecita, porque costaba 4€ y no quedaba mucho para cerrar, no merecía la pena.
Ya la visitaré en otra ocasión.
El gran atractivo de Ávila, como ya os he comentado, son sus murallas. Están muy bien conservadas, pese a tener un origen medieval, y puede subirse a ellas por 5€. De nuevo, para la próxima. Sí las recorrimos por dentro y por fuera, entrando y saliendo en varias ocasiones por las diversas puertas que tiene. Adosado a la muralla está el Convento del Carmen, desde donde sales y puedes tener unas bonitas y vistas
Si tuviera que elegir un tercer lugar de Ávila con el que
quedarme sería la Iglesia de San Pedro (entrada 1,5€), en la Plaza del Mercado
Grande. Me gusta su ubicación, porque a diferencia de otros templos (como la
Catedral) se puede admirar perfectamente porque es una plaza amplia. Además, si
te cansas de ver la iglesia te das la vuelta y disfrutas de la muralla.
Sin duda, elegir San Pedro ha sido una elección difícil,
porque esta provincia castellano-leonense tiene un montón de lugares que
visitar. Os recomiendo ojear la web de turismo, porque yo no voy a hablaros de
tooodos estos sitios, y ahí encontraréis información de horarios, precios y
direcciones.
Sí que os comentaré qué es lo que más me llamó la atención
de mi recorrido por Ávila. La Basílica de San Vicente me impresionó por fuera,
un poco por la misma historia que San Pedro. Grande, bonita, imponente, y
admirable desde todos los ángulos. Por algo será Monumento Nacional desde 1923,
¿no?
Estuvimos todo el día pateando Ávila de arriba abajo, pero
paramos a comer. El sitio que elegimos fue Lis&Com, situado a 2 minutos de
la Iglesia de San Pedro, bueno bonito y barato. Ya os hablaré de él en un post
aparte :) Por lo demás, un descansito en la Plaza del Mercado Chico, donde se
encuentra el Ayuntamiento y numerosos bares, cafeterías y tiendas de chucherías
donde reponer fuerzas. Y eso es lo que hicimos: unas botellitas de agua ¡y de
vuelta a Madrid!
La verdad es que hace tiempo que tengo ganas de volver a Ávila. Yo al contrario que tú sí que pudimos subir a las murallas, pero no vimos por dentro la catedral... ¡Como está cerquita a ver si hacemos pronto otra excursión!
ResponderEliminarUn abrazo
P.D.: Iré mañana a fitur... a ver si nos vemos!!