No podía visitar Asturias y dejarme una de
las tres ciudades más importantes sin ver: ya conocía Oviedo, donde me alojaba,
y Avilés lo había descubierto ese mismo día por la mañana (ya os hablaré sobre
esta ciudad próximamente), así que solo me quedaba Gijón. Os confesaré que, de
este triángulo asturiano, mi favorita es, sin duda, Gijón. ¡Aunque aún hay mucho que ver en Asturias!
Comencemos a descubrir la que fue el centro
industrial asturiano en el siglo XIX. Lo primero que debes saber es que, si vas
en temporada alta, aparcar tiene un
grado de complicación que desesperará hasta a los más pacientes. Nosotros
aparcamos cerca de la policía local, a un buen paseo del centro histórico, pero
era el único hueco libre y sin estacionamiento regulado que encontramos.
Fuimos paseando hasta el centro, buscando el
mar, y en el camino nos cruzamos con monumentos como la iglesia de San Lorenzo. El primer objetivo que queríamos tachar de
la lista era el Elogio del Horizonte,
esa escultura de hormigón que alcanza los 10 metros de altura y los 500 kilos
de peso, obra de Chillida. Forma parte del museo de esculturas al aire libre, y
se encuentra en el Cerro de Santa
Catalina.
En ese mismo cerro se encuentran las Defensas Militares de Santa Catalina.
Al ser una posición estratégica para la defensa, aquí se encontraban las
baterías militares de la época, de las que hoy solo podemos ver su antiguo
emplazamiento.
Iglesia de San Pedro Apóstol
Después de dar una vuelta por allí, bajamos
al centro, hasta la zona de la Iglesia de San Pedro Apóstol, situada en una
ubicación idílica junto al mar. La actual es de mediados del siglo XX, ya que
la original (del siglo XV) fue destruida en la guerra civil. Justo al lado de
la iglesia está el acceso a las termas
romanas del Campo Valdés, que
realmente se encuentran bajo el suelo de la plaza. No pudimos visitarlas, ya
que había mucha gente y preferimos pasear por la ciudad en vez de esperar.
Plaza del Marqués
La Plaza del Marqués es otro de los puntos de
interés turístico: en el centro, imponente, una estatua de Don Pelayo, y a un
lado, el Palacio del conde de Revillagigedo, Centro Internacional de Arte.
Pero tampoco pasamos, preferimos pasear por la zona del puerto y disfrutar del
olor del mar :)
Volvimos a callejear, y nos topamos con un concurso de sidreros. Estuvimos viendo
la asombrosa habilidad de escanciar sidra, que en este concurso se complicaba
no solo por el hecho de escanciar (vamos, que no se te caiga todo al tirar la
sidra desde lo alto) sino que además, tenías que llenar varios vasos a ojo lo
más equitativamente posible. ¡Impresionante!
Por fin nos decidimos a entrar a
un museo, y el elegido fue el Museo del
Ferrocarril. Mucho más completo que el que tenemos en Madrid, y mucho más
barato también (2,5€ entrada general),
pudimos ver maquetas y trenes reales en las vías de la antigua estación de tren
de Gijón, además de aprender por qué se creó el ferrocarril o cuándo y por qué
llegó a Asturias, entre otras muchas cosas. Si queréis saber qué más museos hay
y cuánto cuesta la entrada, podéis consultar la web de la Red Municipal de Museos.
Maqueta del Museo del Ferrocarril de Gijón
Por último, solo nos quedaba
conocer la Universidad Laboral de Gijón, un conjunto arquitectónico precioso,
situado a las afueras de la ciudad. Ya era muy tarde, por lo que solo pudimos
admirar por fuera los edificios y pasear por el patio y los jardines. Si
queréis ir, informaros bien de los horarios para que no os pase como a nosotros…
Existe la posibilidad de hacer una visita guiada (unos 5€) y de subir al
mirador de la torre (2€).
Atardecer en la Universidad Laboral de Gijón
Nosotros hemos visitado varias veces Gijón (parte de nuestra familia vive allí) y ni siquiera sabíamos que hubiera un Museo del Ferrocarril!! :O
ResponderEliminarLa próxima vez que vayamos, no se nos escopa visitarlo! :)
Saludosssss ;)
Fui a Gijón hace algunos años con un amigo y, sinceramente, me encantó. Desde la gastronomía y sus playas hasta el ambiente en general y sus atractivos turísticos, me pareció una ciudad que vale la pena visitar. Saludos!
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