Si hace unos meses os descubría
una ermita bañada por el Cantábrico,
ahora le toca el turno a otra que, aunque no está bañada por el Duero, poco le
falta: la Ermita de San Saturio, en
Soria. ¿Quieres conocerla?
Para llegar a ella tenemos un bonito paseo a orillas del Duero, por
el que solía caminar, dicho sea de paso, el ilustre Antonio Machado. Un Vía
Crucis nos conduce hasta la entrada de la ermita, que llama mucho la atención
por estar excavada en la roca. El
acceso es gratuito, y los horarios
varían dependiendo de la época del año, por lo que es recomendable consultarlos
antes de ir.
San Saturio nos da la bienvenida, casi incrustado en la piedra, en
la primera sala que visitamos (creo que era la primera, ya hace algunos años de
mi visita). La fama de este santo del siglo V se debe a que renunció a la
riqueza que le correspondía por ser de familia de nobles y la repartió entre
los pobres. Qué bonito acto, ¿verdad? Gracias a esto, fue canonizado en el
siglo XVIII.
A lo que iba. El interior de la ermita es una mezcla de algo
lúgubre y a la vez, bello. Pasillos y escaleras excavados en la roca,
vidrieras narrando la vida de San Saturio y también de su discípulo San
Prudencio, unas vistas privilegiadas del Duero y, por supuesto, la iglesia…
Nada que pueda explicar bien con palabras, ni siquiera con fotografías. De
hecho, no sé por qué razón no tengo fotos de la capilla 😐
Otra cosa bastante interesante
que hay en el interior de este singular edificio es una recreación de las dependencias del santero, un personaje que vestía
como un fraile, se asemejaba físicamente a San Saturio y cuidaba de la ermita.
Actualmente, el oficio de santero se sigue conservando pero sin carácter
religioso. Vamos, que viene a ser como una especie de vigilante del lugar, solo
que se le sigue apodando como santero.
Y así, casi sin darnos cuenta, se
nos ha pasado la visita a la Ermita de San Saturio, un lugar especial que,
además de quedar retratado en las fotografías de miles de turistas, Antonio
Machado plasmó con palabras en Campos de
Soria.
Me encantó el conocerla. El paseo hasta allí es precioso! Saludo y feliz año!
ResponderEliminarRecuerdo haber estado aquí de pequeño y especialmente me acuerdo de la panorámica del puente sobre el Duero, que por cierto me encantan ese tipo de puentes :D
ResponderEliminarUn saludote y feliz año.
Gracias chicos! Me alegra que os haya gustado el post. Feliz año para vosotros también :)
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