La aparición en la
famosa serie “Juego de Tronos”, unida a lo complicado que a veces resulta recordar
la palabra “Gaztelugatxe” hace que este lugar sea más conocido como Rocadragón
que por su nombre. Yo no he visto la serie, por lo que mi visita a la ermita
fue totalmente ajena a conocer el escenario de la serie.
Si vas en temporada alta es necesario sacar un ticket, ya
que la masificación ha hecho que sea necesario controlar cuánta gente hay en el
camino. Es solo mero control, por lo que se accede de forma gratuita, pero es
obligatorio si quieres ir entre las 10 de la mañana y las 19h. Nosotros no
sacamos ticket porque a las 8 ya estábamos en ruta, para no morir de calor (era
agosto) y para evitar el gentío. Todo un acierto.
Aparcamos en un parking gratuito (hay varios) y fuimos al
comienzo del sendero. Elegimos subir por el camino largo, que son unos 2
kilómetros hasta donde comienza el ascenso “normal”. El paseo es agradable y
está asfaltado, hay merenderos en varios puntos del camino y a esa hora de la mañana
da la sombra.
Para llegar al islote que alberga la ermita, dedicada a San
Juan Bautista, es necesario subir unos 240 escalones que sí están a pleno sol,
por lo que es recomendable llevar agua, gorra y protección solar.
Merece la pena ir deteniéndose a contemplar el camino,
porque la belleza del lugar es abrumadora.
Cuenta la leyenda que San Juan
Bautista llegó desde Bermeo hasta su ermita en tan solo tres pasos… ¡Todo un
afortunado! 😁 ¡Porque cansa que no veas subir hasta allí! La subida, entre la
ruta de 2 kilómetros y el ascenso, dura unos 45 minutos.
Una vez arriba, las vistas son preciosas pero el panorama
desolador. La zona estaba llena de basura. Pero cuando digo llena, digo
LLENÍSIMA. Una pena que la gente sea tan cerda 😪
Nosotros descansamos allí, tocamos la campana (hay que
tocarla tres veces y pedir un deseo) y volvimos al coche. Esta vez hicimos la
subida “corta”, que fueron unos 20 minutos contando la bajada de los escalones
y la subida al parking. Antes de irnos nos asomamos a la Ermita de San Pelayo,
pero estaba cerrada.
Ermita de San Pelayo
Si tenéis tiempo, os recomiendo que paréis en Bakio a tomar
un pincho (pintxo) de tortilla, nosotros lo hicimos en un bar a pie de
carretera (no anoté el nombre, fallo imperdonable) donde estaban riquísimas.
Espero que os haya gustado el post y como dirían los vascos…
¡Agur! 😃
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