18 enero 2012

La no nieve de Buitrago de Lozoya

No sé si a vosotros os pasará, pero a mí cuando llega el invierno me entran unas ganas de ver la nieve que no puedo con ellas (lo mismo me pasa en verano pero con la playa). Así que el lunes pasado cogimos el coche y pusimos rumbo a alguna parte donde pudiera haber nieve.

Buitrago de Lozoya, con la Iglesia de de Santa María del Castillo


El destino, después de consultar el tiempo: Buitrago de Lozoya. Tampoco queríamos meternos en un puerto de montaña porque con la que estaba cayendo y el coche que tenemos podíamos tener un susto. De camino por la M-50 se divisaba un Madrid gris pero más limpio de la asquerosa boina de contaminación que nos acompaña demasiado últimamente; poco a poco nos metemos en el mal tiempo y la lluvia pasa a nieve por la zona de la Cabrera.

Cuando llegamos a Buitrago no hay nieve, qué decepción 😓 Pero decidimos parar igualmente para conocer esta villa medieval. En la oficina de turismo nos dan un mapa y nos aprovisionamos con un montón de folletos de gran utilidad: lástima que sea lunes y que no haya nada o casi nada abierto.

A través de estos papeles descubro que se puede recorrer el pueblo en una ruta a caballo o también en bicicleta, ya que el Ayuntamiento forma parte de una red de transporte sostenible. Con el día que hace lo mejor es ir a pie, con el chubasquero o el paraguas y ver las cosas tranquilamente. Si hubiera hecho un día de sol radiante quizás me hubiera planteado lo de la bici e incluso hacer alguna ruta, como la de la Senda de la Espadaña de la Trinidad y puente de Calicanto, que es de las más cortitas.

La historia de Buitrago se remonta allá por el siglo XI, de cuando se calcula que es la muralla, conjunto fortificado mejor conservado de la comunidad de Madrid. Hay una parte que está cerrada, cuesta un euro subir a verla; además está la exposición de Máquinas de Asedio (foto de abajo), muy curiosa pero que estaba cerrada (solo abren sábados y domingos).


En la misma plaza que tenía el acceso a la exposición se encuentra la Iglesia de Santa María del Castillo, la cual solo visitamos por fuera y que después nos enteramos de que merecía la pena verla por dentro. Lástima, habrá que volver :) Es la única iglesia que queda, aunque llegaron a coexistir hasta 4 iglesias y una ermita.

Buitrago de Lozoya

Subimos a la muralla por la parte de acceso libre y gratuito, y recorrimos casi los 800 metros de perímetro que tiene (hay que restarle la parte que es de acceso restringido, claro). Una parte muy bonita y que a mí me resultó curiosa es la coracha, algo así como un pedazo de muralla que penetra en el río para proteger esa zona en caso de sitio.

Y como buena villa medieval no podía faltar un castillo, edificado sobre el meandro que forma el río Lozoya. El castillo de los Mendoza, de arquitectura mudéjar, construido sobre una antigua alcazaba árabe y fortificado por 7 torres, fue la residencia del Marqués de Santillana.

Además de estos monumentos, Buitrago es conocido por su feria medieval. El primer fin de semana de septiembre podemos viajar en el tiempo y volver a la Edad Media, ya que la ciudad se llena de puestos artesanos, espectáculos callejeros y torneos de caballeros, todo ello perfectamente ambientado. Yo no he ido nunca, pero mi compañera de viajes, la bloguera de Otra mirada, sí ha estado y nos ha cedido una foto. ¡Gracias!



Ahora sí, ¡la nieve!                                                                                                                             

Cuando acabamos el paseo nos montamos en el coche dispuestos a ver la nieve, y continuamos por el puerto de Somosierra. De repente pasamos de un paisaje sin nieve a uno lleeeeno de nieve. ¡Qué nevada nos cayó! Estaba todo precioso, blanco reluciente (todo lo reluciente que puede estar un día nublado, claro) y paramos en Robregordo. Este pueblo, casi fantasma, lo pisamos durante menos de cinco minutos: pusimos un pie fuera del coche, hicimos un par de fotos y ya, porque hacía un aire y un frío que no se podía estar más tiempo allí. 

La nieve, vista desde el coche, a la altura de Somosierra

Ya de vuelta a casa nos pasamos por un pueblo llamado Sieteiglesias. Si os digo la verdad, a mí me picaba la curiosidad por saber si hacía honor al nombre, pero no. Solo había una iglesia, situada en una roca y con una necrópolis que me llamó mucho la atención. Por supuesto, cerrada, así que también tendré que volver aquí.

La última parada que hicimos, dentro de ese mismo pueblo, fue para fotografiar unos burritos muy simpáticos que había en una finca. Con ellos me despido hasta la próxima. Te recuerdo que me puedes seguir en  FacebookTwitterInstagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.

Un par de burritos curiosos de Sieteiglesias

6 comentarios :

  1. Me encanta la sierra de Madrid, no es muy conocida pero pueblos como Buitrago o Torrelaguna son un buen destino. Menos mal que al final si que os nevó, jejeje.

    Un saludo !!!

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    1. Cierto, por la Sierra de Madrid hay pueblos que merecen mucho la pena pero no se conocen. Menos mal que estamos los bloggers para darlos a conocer :) Un saludo y encantada de haberte conocido en FITUR!

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  2. Que guai tu post! :) Yo voy a ir dos dias pasado mañana, a ver que tal el tiempo... http://outsidefashioncatwalk.blogspot.com.es/

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    1. Me alegra que te guste :) Espero que te haya hecho buen tiempo, un saludo!

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