7 de
julio de 2014. Amanecía soleado en Madrid, y yo, con toda mi ignorancia, me ponía mi
pantalón corto y mi camiseta de tirantes.
Bueno, me llevaré una camiseta de manga larga también, por si acaso,
pensaba. Ingenua de mí. Cuando llegué a Turégano, en Segovia, me arrepentí de
no haber ido vestida de invierno. ¡Vaya frío! El cielo estaba totalmente
cubierto y el aire soplaba fresco, así que como era la hora de nuestro
redesayuno (veáse “Un día de excursión: así me organizo”) pasamos a un bar de
la Plaza Mayor a tomar un café a temperatura magma volcánico.
Con la
tripita caliente ya se veía todo de otra forma. Desenfundamos las cámaras de
fotos y ¡al lío! Empezamos por la Plaza Mayor, donde nos encontrábamos. Salvo
que era el sitio donde todo el mundo aparcaba (yo incluida), la plaza me gustó
mucho.
Estaba
llena de soportales, que a mí me gustan mucho y me parece que le confieren un
aspecto muy pintoresco a las plazas, y desde allí teníamos magníficas vistas al
castillo. El Ayuntamiento está en la Plaza Mayor, donde además de celebrarse
mercadillo los sábados, se convierte en plaza de toros cuando llegan las
fiestas.
Detrás
del Ayuntamiento hay una callecita que me gustó mucho, desde la que también se
divisaba el castillo de Turégano. Por allí pasaba el arroyo de Mulas (si San
Google no se equivoca) y tenías un agradable paseo a la orilla del arroyo.
El
siguiente punto de interés turístico que queríamos ver era el castillo. Ya
había visto en internet que por ser lunes estaría cerrado, pero aún así se
podía ver por fuera. Me pareció muy bonito, bien conservado pero no con ese
punto de restauración que tienen algunos castillos que los hacen parecer casi
decorados. A lo largo de la subida tienes una serie de carteles que te van
contando un poco la historia del castillo, lo que hace que sea muy amena. Aún
así, es una subida muy pequeña.
Para
que os situéis un poco y conozcáis algo más de esta fortaleza, os contaré que
la estructura que vemos hoy en día es del siglo XV, pero que el castillo tiene
raíces celtibéricas. Además de castillo, ha tenido la función de iglesia y
prisión, y en él se ha hospedado, entre otros personajes, Fernando el Católico.
No os
aburriré más con la historia. Al acabar de recorrer el perímetro del castillo,
bajamos al pueblo y fuimos hacia la iglesia. La Iglesia de Santiago data del
siglo XII, está al lado de la Plaza Mayor (en la Plaza Santiago, donde está
también el pilón), y solo la pude ver por fuera porque estaba cerrada.
Después
de esto dimos por finalizada la visita y pusimos rumbo a Pedraza. Turégano lo
descubrí gracias a un libro que cogí en la biblioteca donde venía una ruta de
castillos. Así que próximamente trataré de conocer más de estos pueblos y
hablaros de ellos aquí en el blog :) Por cierto, que el título del post no es
por capricho. Es que el nombre del pueblo tiene origen en las palabras “Turrem
Vegan”, que significan “vega de las torres”, ¿lo sabías?
¡Hasta pronto viajeros!
Si quieres conocer más pueblos de este entorno, puedes visitar estos postamigos:
- Viatges Pedraforca: Per terres castellanes: la monumentalitat de Segòvia i laseva província
EL castillo me parece muy bonito. Ha de ser interesante verlo por dentro ^_^
ResponderEliminarSí! Yo espero poder ir a verlo en otra ocasión :)
EliminarMe gustan bastante tus excursiones!! Yo también me he planteado este verano hacer alguna!! Que hay sitios chulísimos cefrca de casa y no los conocemos!!
ResponderEliminarMe alegro Xipo :D Las excursiones son unos planes geniales y baratos, la pena a veces es no tener tiempo para más. Un abrazo!
EliminarQue bonito pueblo, lástima el tiempo. Es una suerte vivir en Madrid, lo tenéis todo a mano.
ResponderEliminarUn saludo
Carmen
La verdad es que sí, lo tenemos todo cerca, da gusto! Un saludito!
EliminarHe pasado muchas veces por allí (que mi familia materna es segoviana) y no sabía el origen del nombre. ¡Qué curioso!
ResponderEliminarUn saludote ;)
Yo es que me suelo leer la mayoría de carteles a ver qué encuentro interesante, y lo del origen de los nombres me encanta! :D Un abrazo Helena!
EliminarPues pinta bien Turégano. En cuanto al frío, me recuerda a cuando voy a Ronda y por la noche refresca de narices, sea verano o invierno, cuando cae el sol se acaba el calor, en este caso durante todo el día, menudo cambio de temperaturas xD
ResponderEliminar¡Saludotes!
Jajaja, yo odio esos cambios, eso de tener que llevar medio armario encima por si acaso refresca/hace calor/llueve/nieva jejeje. Si vas a visitarlo ya sabes, echa una chaqueta por si acaso! ;) Un abrazo!
EliminarTuregano es un pueblo super bonito!, ... y en invierno me gusta más ... para disfrutar de una casita con chimenea ... Me encanta el mercadillo que habitualmente montan de quesos y embutidos de la tierra ... riquísimo todo! ...
ResponderEliminarMmmmm... Mercadillo de embutidos y quesos???!!! Yo tengo que ver eso!!! (y catarlo!) Ya me informaré más, un saludo!
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