Probablemente no sea el título
más original para un post (ni para nada, desde luego), pero si me dices "Almazán", yo te contesto lo que me
evoca: fiestas, donut y turismo, así, ¡en ese orden! Y es que yo conocí antes
este pueblo de Soria por sus fiestas
que por sus monumentos ^_^
Iglesia de San Miguel
Hace unos años iba a tocar
allí a las Fiestas de la Juventud, organizadas
por la Asociación Parchís Almazán, que
tienen lugar ahora en estas fechas. Unas fiestas magníficas, con gran ambiente
y una variedad enorme de actividades, en las que destacaría el pasacalles que se hace el sábado por la
mañana (este año 2016 cae en 30 de julio).
¿Qué tiene de especial este pasacalles? Que es de los Autos Locos, y todo el mundo se disfraza de un tema común, propuesto con anterioridad, y fabrica sus carritos locos para
llevar bebida, de adorno o para lo que se tercie. ¡Divertidísimo!
Fotografías de las Fiestas de la Juventud
Gracias a la Asociación Parchís Almazán por cederme estas fotos para el post
Ahora justificaré el porqué de los donuts. Teníamos que hacer noche en Almazán, y el sábado por la mañana antes de actuar desayunábamos unos deliciosos donuts -baratísimos también, dicho sea de paso- de una pastelería que hay en la Plaza Mayor. Eso se convirtió en tradición, hasta el punto que nos dábamos unos madrugones tremendos para no quedarnos sin ese preciado bocado que, si te descuidabas, se acababa pronto.
Almazán visto desde el puente sobre el Duero
Acabada la parte sentimental,
vamos a conocer el Almazán turístico,
al que le dediqué un día de paseo hace un par de Semanas Santas para saciar mi
curiosidad viajera. ¿Me acompañas?
Comenzamos la visita por la Plaza Mayor o Plaza de Morón, que acoge
un conjunto monumental tan bonito como desconocido: la Iglesia de San Miguel, el Palacio
de los Hurtado de Mendoza, el Ayuntamiento y la Puerta de la Villa. ¡Todo esto sin salir de una plaza! La Iglesia
de San Miguel, de estilo románico, destaca por ser la única con cúpula
octogonal en toda Soria. Saliendo de la Plaza por el Postigo de San Miguel,
llegamos a un mirador que nos regala
unas bonitas vistas sobre el Duero.
A la izquierda, la Puerta de la Villa. A la derecha, la de Herreros
Además de la Puerta de la Villa,
existen otras dos en la población adnamantina (para quien no lo sepa, este es
el gentilicio de Almazán): la Puerta del
Mercado y la del Herrero, que
daban acceso al interior de la villa cuando esta estaba amurallada. Abandonamos
ahora la Plaza por la Puerta de la Villa y llegamos hasta la Ermita de Jesús, un pequeño templo del
siglo XVIII que alberga a Jesús Nazareno, el patrón de Almazán. Os recomiendo
que continuéis hasta llegar al río, y que ahí dediquéis unos minutos a admirar
la Iglesia de San Miguel desde otra perspectiva.
Interior de la Ermita de Jesús, Almazán
Ya hemos conocido una iglesia y
una ermita, pero aún nos queda algún edificio religioso más: la Iglesia de San Pedro, la de Santa María de Calatañazor, el Convento de las Clarisas o el Convento de la Merced son otros de los
templos que podemos visitar a este lado del Duero. En este último se guardan
los restos del religioso y dramaturgo Tirso de Molina, fallecido aquí en 1648.
Convento de la Merced
Por último y no menos importante,
el Parque de la Arboleda, el pulmón
de Almazán que aporta el toque verde al municipio y que sirve como recinto
ferial y Museo Contemporáneo al aire
libre.
¿Qué te ha parecido Almazán?
Después de ir varios años a sus fiestas y de visitarlo como turista, me declaro
fan incondicional de esta villa soriana :) ¿Tú has estado alguna vez? ¿Vas a ir
a las fiestas? ¿Qué me falta en el post? ¡Cuéntame!
A mí sí me gustó Almazán, tiene muchas cosas interesantes que ver. Me falta probar los donuts :)
ResponderEliminarPues tendrás que volver otro día porque son un manjar :D
EliminarVoy a ir a por esos donuts ;)
ResponderEliminarEs que están taaaaaaaaaan ricos... :D
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