Si hay un sitio bonito, sencillo y pintoresco en
Cantabria, es la Ermita de Santa Justa,
ubicada en la playa del mismo nombre, en el municipio de Ubiarco. El pequeño templo se encuentra en una cuevecita que sale
directa del acantilado, lo que hace que en días de temporal sea prácticamente
engullida por las olas.
La playa de Santa Justa es
bastante turística, o al menos yo casi siempre que he ido estaba llena. En esta foto justo había poca gente porque pillaron unos días en los que había más algas que playa, y daba un asco tremendo meterse.
Dispone de zona
de aparcamiento y un chiringuito para tomar algo mientras ves el mar y la
montaña. ¡Magnífico!
La ermita es del siglo XVI, aunque está construida encima de una del siglo
XII. Fue uno de los lugares de culto más antiguos de la zona, llegando a ser
obligatoria la asistencia a la romería si no se quería pagar 100 maravedíes -antiguas
monedas españolas- como castigo (fuente: Ayuntamiento de Santillana).
Por desgracia, no pude pasar a
ver el interior, ya que está cerrada. Estuve buscando cuándo se puede visitar, y ante la falta de información escribí a turismo de Cantabria para ver si me podían ayudar, y me han dicho que solamente abre el día 19 de junio. Así que ya sabéis, si queréis verla ¡solo tenéis esa oportunidad!
Además de visitar esta joya
arquitectónica encajada en la roca, te recomiendo que te tomes otro ratito en
subir hasta la Torre de San Telmo,
una antigua torre vigía del siglo XVI de la que solo se conservan dos paredes y
el hueco de la ventana, pero que destaca por tener una panorámica preciosa de
la Playa del Sable.
Hasta aquí la visita por Santa
Justa. ¿Qué te ha parecido? ¿Conocías este rincón de Cantabria? ¡Cuéntame!
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