Que un lugar tenga una construcción tipo fortaleza (llámese
alcázar, castillo o similar) siempre me resulta atractivo; por eso, cuando
estuve en Cádiz el pasado verano, no dudé en visitar Jerez de la Frontera, atraída
por la promesa de un paseo entre fuertes muros del siglo XII.
La entrada me costó 5€, y existe la posibilidad de
combinarla con la visita a la Cámara Oscura (7€), pero como llegué con la hora
un poco pegada ya no había horario para subir a la Cámara Oscura. No me
importó, ya que iba a visitar la que había en Cádiz y, como siempre pienso
cuando me dejo algo por ver, “ya volveré”.
El lugar no me decepcionó en absoluto. A pesar de las altas
temperaturas de finales de agosto, me recreé admirando cada rincón del Alcázar,
la mayoría a pleno sol. ¿Qué te vas a encontrar si lo visitas? En el plano
dividen la visita en 16 puntos fundamentales, que te resumo a continuación.
- El Alcázar dispone de dos puertas: la Puerta del Campo y la Puerta de la Ciudad. Como sus nombres indican, la primera comunicaba con extramuros y la segunda con el núcleo urbano, ambas bonitas e imponentes.
- Los jardines y el huerto andalusí, que a pesar del calor invitaban a quedarse paseando por ellos todo el día.
- La mezquita, la única islámica de la ciudad, que fue transformada en capilla por Alfonso X el Sabio. En el silgo XIII.
- Baños árabes, aljibes y molinos, que resaltan el importante papel del agua en el Alcázar. Como curiosidad, el baño árabe es uno de los pocos de la época almohade que existen bien conservados en España.
- Zona arqueológica donde se pueden contemplar hallazgos de diferentes épocas: época califal,
- almohade y cristianas, todas ellas detalladas con paneles explicativos.
- La Torre Octogonal, cuyos 21 metros de altura la convierten en el punto más alto del Alcázar y a la que podemos subir a contemplar la ciudad desde las alturas.
- El Palacio de Villavicencio fue el único lugar para resguardarme del sol veraniego y pasar al aseo (todo sea dicho). Esta construcción fue edificada sobre el antiguo palacio islámico, y aquí podemos visitar una farmacia del siglo XIX y la Cámara Oscura. Lo que más me gustó fue pasear por sus estancias, vacías aquel día, y contemplar carteles de antiguas ferias de Jerez. ¡Cómo han cambiado los tiempos!
Si nunca has visitado una cámara oscura te recomiendo no
seguir mi ejemplo y mirar los horarios para poder subir, ya que es una
experiencia muy curiosa. Como dato, a mí me mareó un poco (la de Cádiz, que es
a la que subí), ya que estás parado y parece que te asomas a una ventana que
está en movimiento.
Y a ti, cuéntame, ¿te gustan los alcázares? ¿Has estado en
una cámara oscura? ¡Feliz día, viajer@!
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