23 julio 2014
¡Hola viajeros! ¿Qué tal? Seguro que con este calor
achicharrante estáis en la piscina, en la playa o, en su defecto, dándoos una
ducha fresquita. Yo os traigo para hoy un relato de mi última excusión,
bastante refrescante pero también un poco desesperante. ¿Me acompañáis? Hoy os llevo a El Chorro de Valdesotos (Guadalajara)
Resulta que el otro día mi novio y yo decidimos pasar el día
por ahí. Como a él le gusta mucho llevarme a sitios-sorpresa, mis únicas
indicaciones para ese día eran: calzado cómo para conducir hasta su casa y
luego chanclas de piscina. O eso entendí yo… El caso es que tiramos Torrelaguna p'arriba y llegó un momento
donde el GPS no indicó bien, total, que nos pasamos la salida. Pero no pasaba
nada, o al menos eso nos quería dar a entender el malicioso cacharro, porque
nos metió por un camino de tierra que bueno, no estaba mal. ¡Estaba fatal! Yo
no era partidaria de seguir por ahí, pero mi novio dijo que era un poco de
camino y que en seguida nos sacaba de ahí el GPS. A mí me dio igual, porque
como no era mi coche el que iba por ahí… Jejejeje.
El camino avanzaba y eso no acababa. Es más, a cada paso
empeoraba y los pedruscos eran más grandes. Tenéis que haceros una idea: un
camino de tierra donde solo cabía un coche, lleno de piedras, con un 407 por
ahí metidos (¡que no era un todoterreno!)… Eso iba de mal en peor. Al final me
tocó bajarme del coche e indicar por dónde debíamos pasar el coche para que no
acabara siendo un montón de chatarra. ¿El resultado? Yo muerta de calor,
andando delante del coche y espantando bichos asquerosos. Por fin salimos del
camino y miramos el resultado del coche: un millón de arañazos surcando el lado
derecho :( Al menos no se había caído ninguna pieza.
Seguimos la excursión, hasta ahora un tanto accidentada.
Llegamos a Valdesotos, un precioso pueblo de pizarra donde tienes que aparcar a
la entrada porque si no te multan. Dimos una vuelta pero ni rastro de la piscina
natural (El Chorro) donde íbamos. Pasamos al bar del pueblo y nos dijeron que
estaba a 1km andando. ¡1 kilómetro! No es nada, pero tened en cuenta lo que
había caminado ya delante del coche y que iba con unas chanclas de piscina. Qué
sufrimiento… Otra vez a caminar por sitios terregosos llenos de avispas,
saltamontes y a saber qué otros bichos. Se me hizo eterno.
Por suerte, cuando llegamos al deseado Chorro de Valdesotos,
estaba prácticamente vacío y pudimos bañarnos a nuestro antojo. Era un sitio
precioso, con un agua cristalina donde se veían pececillos nadando (a mí eso me
da un poco de repelús y me costó horrores meterme jejejeje). El agua estaba
fresquita, pero mis pies lo agradecieron después de todo. Llevamos comida y ahí
nos dispusimos a descansar después de una dura mañana. A pesar de todo lo que
os he contado, os recomiendo ir al Chorro de Valdesotos, que está en
Guadalajara y no en el fin del mundo como titulo el post. Antes de acabar, me
voy a permitir daros algunos consejos:
- No os saltéis el dichoso camino para ir a Valdesotos. Os dejo un post de un blog que se llama Rutas y viaje que he encontrado con fotos de la entrada a la carretera, que yo no tengo
- Id preparados con bocadillos y agua, porque una vez que lleguéis al Chorro no os apetecerá volver para comer o merendar, os lo aseguro.
- No hay cobertura en el pueblo, así que avisad a vuestra familia de dónde vais para que se queden tranquilos.
- Aprovechad la falta de cobertura para dejar el móvil a un lado y disfrutad de un estupendo día sin tecnología :)
Te recuerdo que me puedes seguir en Facebook, Twitter, Instagram y Youtube si no lo haces ya, y si te ha gustado el post, te animo a que lo compartas en las redes sociales.