09 enero 2012

CÓRDOBA, día 3. ¿He dicho Córdoba? Quería decir… ¡Sevilla!

Bueno, vale, en realidad también estuvimos en Córdoba, pero la mayor parte del día lo que hicimos fue visitar Sevilla. Nuestra intención era coger un tren pronto, ya que nos habían comentado que salían con bastante frecuencia y sabíamos que no eran caros. Sin embargo, tuvimos un problema al llegar a la estación de RENFE y encontrarnos que los trenes de media distancia (los más económicos, vaya) no salían hasta bastantes horas después.

Giralda, Sevilla
La Giralda

Finalmente, un poco antes de las 13 h. salimos rumbo a Sevilla en un AVANT, que es (bastante) más barato que el AVE y tarda lo mismo, unos 45 minutos. Si tenéis el carnet joven y sois menores de 26 tenéis descuento del 20% si no recuerdo mal; y si no lo tenéis y estáis en edad… ¡Id a sacároslo en cuanto acabéis de leer este post :) ! 

A las dos menos algo bajamos en la estación de Santa Justa, y en turismo nos informaron de los horarios de los monumentos, además de facilitarnos información del transporte que más nos convenía para ir al centro. Por si queréis ir ya preparados, el bus que hay que coger para ir de la estación hasta la Glorieta de San Juan de Austria, que está bien situado para empezar a conocer la ciudad, es el C1 y cuesta 1,30€.

Ya en nuestro destino, enfilamos la calle San Fernando (o avenida, no sé) pasando por al lado de la antigua Fábrica de Tabacos, que ahora alberga el rectorado de la Universidad. De pasada, a lo lejos, vimos la Torre del Oro, que me trajo a la memoria una canción que me cantaba mi abuela de pequeña, de la que solo me acuerdo del Olé Torre del Oro, Olé Torre del Oro pero que en mi memoria suena como un exitazo del verano. Después de este retroceso a la infancia –perdón-, continúo.

El primer lugar al que entramos fue el Archivo General de Indias, gratuito y bastante chulo. Tenían una exposición llamada “La primera vuelta al mundo: en busca de las especias” (y que creo que acaba este mes de enero) donde contaban un poco la historia de cómo fue la expedición que partía el 10 de agosto de 1519 con el objetivo de abrir una ruta hasta las islas de las especias. A parte de unos expositores con canela, jengibre y nuez moscada para que los olieses, había algunos legajos de los documentos de la época.

Me gustó mucho una cosa que leí referente a 500 aniversario de la vuelta al mundo (en 2019), y es que la Fundación Nao Victoria se propone reconstruir las réplicas de las cinco naves que protagonizaron este episodio histórico, y que vuelvan a surcar los mares en un proyecto promocional, cultural y científico. Con esto, cambiamos de aires, y salimos del Archivo.

Alcázar de Sevilla
Alcázar de Sevilla

Yo creo que cada ciudad suele tener algo que se te viene a la cabeza nada más oír su nombre, y en este caso es la Giralda. Con lo tarde que habíamos llegado, teníamos que elegir entre pasar ahí o al Alcázar, y… Elegí el Alcázar. Os cuento el porqué: entramos en un belén que había en la Catedral, y desde ahí pudimos ojear un poco cómo era; y como entrar a la Giralda costaba 8 euros e incluía la visita a la Catedral –que ya la habíamos “intuido”- pues nos decantamos por la bonita fortificación.

Alcázar de Sevilla
Alcázar de Sevilla

Y tengo que decir que no me arrepiento nada de la decisión. La Giralda será bonita pero el Real Alcázar… INCREÍBLE. Estuvimos como tres horas y no pudimos verlo bien entero. En su interior se puede disfrutar de las numerosas estancias, como la Alcoba Real, la Sala de los Pasos Perdidos, la de los Embajadores (salón del trono de Pedro I), con una preciosa cúpula dorada o el Salón del techo de Felipe II y de numerosos patios, como el de la Montería, donde el rey reunía a sus monteros para iniciar la cacería, el del Crucero o el Patio de las Doncellas, este último de gran belleza, y que tenía la función de organizar la zona pública del palacio.

Alcázar de Sevilla
Alcázar de Sevilla

En cuanto a los jardines… qué decir de los 50.000 metros cuadrados de flores y árboles, con algún que otro edificio o simplemente la muralla misma del Alcázar. Está en Jardín de los Poetas, el de la Alcubilla, el Jardín Inglés… Hay hasta un laberinto, ¡en el que de verdad hay que tener cuidado para no perderse!

En total, entre jardines, salones, edificios, patios y arquitecturas varias, el Real Alcázar –patrimonio de la Humanidad desde 1987- cuenta con unos 37 sitios interesantes.

Alcázar de Sevilla
Patio de las doncellas, Real Alcázar de Sevilla

Después de salir del Alcázar nos dirigimos un poco sin rumbo, pensando en comer algo y en seguir paseando. Si mi economía me lo hubiera permitido, seguramente hubiera dado un paseo en barco por el Guadalquivir.

Se hizo de noche, y volvimos a pasar por la Torre del Oro. Ahora es el turno de que os cuente algo más sobre ella. Me preguntaba por qué se llama así, y buscando por internet he descubierto que puede ser por dos cosas: bien por el revestimiento exterior que debió tener, de azulejos dorados, o bien a que en su interior se guardaban riquezas procedentes de los barcos que regresaban de América.

Torre del Oro


Por último, nuestros pasos nos llevaron por las calles sevillanas y, finalmente, a la Plaza de España. Por la noche no se aprecia bien su esplendor, sí su grandiosidad. Si me lo permitís, diré que así vista de noche tiene cierta semejanza con la fachada de una plaza de toros como las Ventas, no sé, se me daba un aire. Con esto, regresamos hasta el mismo sitio que nos habíamos bajado del autobús por la mañana y volvimos en el C2, que para ese trayecto daba menos vuelta.

Eran más de las 10 de la noche cuando llegamos otra vez a Córdoba, y para cerrar el día fuimos a un bar bastante peculiar: El Poney Pisador. Sí, a los que habéis visto el Señor de los Anillos o habéis leído los libros, os sonará, porque es una posada que aparece en ambas. El sitio está bastante retirado del centro, por lo cual es complicado llegar si no tienes coche y no sabes dónde queda (si alguien tiene especial interés, que me pregunte y le intento conseguir la dirección). ¿Qué se puede tomar ahí? Todo tipo de batidos y grofres con nombres de ESDLA. Pensároslo bien porque al camarero le gusta cargar bien las cosas… De hecho, ¡yo no encontraba mi gofre debajo de tanta nata! Y si me apuras, tampoco el batido. ¡Vaya empacho!

Batidos de El Poney Pisador
Con tanta nata... ¡¿dónde está mi batido?!

Con el batido y el cansancio acumulado de todo el día en Sevilla, fuimos a descansar, listos para afrontar el último día del viaje de Córdoba.

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8 comentarios :

  1. Como tú yo también elegí el Alcázar y la verdad es que es impresionante.
    Alguna vez tengo que visitar la Torre y la Maestranza, no les tengo especial simpatía a las corridas de toros pero el edificio debe merecer la pena, por dentro porque desde fuera no parece gran cosa.
    Visita relámpago, pero intensa. Lastima no ver la Plaza de España en toda su grandeza

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    1. Sí, estoy de acuerdo contigo en lo de la Maestranza. Yo tampoco soy muy afín a eso que llaman tauromaquia, pero desde luego que hay plazas de toros que son muy bonitas, como Las Ventas (al menos a mí me lo parece). Así que nada, por lo que veo tenemos un par de cosas que ver en la lista de tareas pendientes jeje. Ya me contarás si vas antes! :)

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    2. Coincido plenamente. Uno puede ser ajeno o hasta contrario a la tauromaquia y admirar una plaza de toros, de igual modo que se puede ser ateo y criticar las atrocidades de las religiones y al mismo tiempo extasiarse con la belleza de la Capilla Sixtina o de la Mezquita Azul. Pues ya que habláis de la plaza de la Real Maestranza y de la plaza de Las Ventas, tengo dos articulicos que hablan de ellas (y de otras cuatro plazas curiosas). A ver si os gustan:
      http://lagartorojo13.blogspot.com.es/2012/03/cinco-plazas-de-toros.html
      http://lagartorojo13.blogspot.com.es/2012/04/otras-tres-plazas-de-toros.html

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    3. Me alegra que coincidamos jejeje. El primer artículo que me has puesto no me deja verlo :( Pero el segundo sí y me ha parecido interesante, porque las Ventas la tengo más vista pero las otras no las conocía. Gracias por compartir los artículos, un saludo!

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  2. Todo me gusta, pero sobre todo, el Alcazar!
    Saludos
    Elisa, en Rosario, Argentina

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    1. Me alegro :) Desde luego el Alcázar es una obra de arte! un saludo Elisa!

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  3. Hicistéis bien en elegir el Alcázar. Hace un par de años estuve en Sevilla y pude ver las dos cosas y es mucho más bonito el alcázar!! A mí me sorprendió mogollón. Tal vez porque tampoco sabía qué me iba a encontrar dentro. Y es precioso!!!
    Si que os cundió el día en Sevilla para haber llegado tan tarde!
    saludos

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    1. Me alegro en que me confirmes que es más bonito el Alcázar, porque tenía una pena de no haber visto la Giralda también... Pero volveré, y espero poder ver todo con más tranquilidad. Un saludo!!!

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