Después de la visita fallida al Castillo del
Cid en Jadraque y de parar en
Miralrío (polémico post, por cierto), continuamos el camino hacia
Hita. Peeero… Antes paramos en
Padilla de Hita, que ya sabéis que me
encanta eso de parar por el camino en los pueblos que encuentro.
En este caso me llamó la atención la iglesia, que estaba en lo alto del pueblo (foto de arriba). La contemplamos desde lejos y después subimos
para verla un poco mejor. No tenía mucho misterio, era una iglesia románica dedicada a San
Miguel Arcángel que, con el día que hacía, tenía un aspecto un poco
tétrico. Ahí aproveché para hacerle la primera foto a mi adorado traveller
Emily, que me tocó el año pasado en el sorteo de Halloween de Vero4Travel.
Ahora sí, llegaba el momento de ir a Hita, un pueblo de Guadalajara que es conjunto
Histórico Artístico desde 1964. A pesar de ser domingo pudimos aparcar sin
problemas en el casco histórico. En las afueras hay un descampado donde dejar
el coche, pero os recomiendo que miréis si hay hueco en la plaza porque suele
haber.
Atravesamos la Puerta de Santa María y llegamos a la plaza. Ahí
dejamos el coche y fuimos en busca de la oficina de turismo, aunque confieso
que casi no hacía falta porque en el muro había un mapa grabado que se veía muy
bien. Me llamó la atención que a lo lejos se oía una musiquilla medieval
(enlatada) que finalmente descubrí que venía de la oficina de turismo.
Sin embargo sí que os recomiendo pasar por
turismo, ya que el edificio es la
Casa del Arcipreste y se puede visitar de
forma gratuita, al menos cuando yo fui.
Consta de dos plantas donde puedes ver la Sala de Arqueología, donde hay una serie de
objetos antiguos recogidos en Hita (monedas, vasijas…), la Sala Medieval, donde se
encuentran las máscaras utilizadas en la famosa feria medieval que se celebra
en el mes de julio. Esta sala fue mi favorita, me resultó súper curiosa y la Sala Etnográfica, donde hay
enseres y utensilios rurales. A parte de estas salas en la Casa del Arcipreste hay un
salón de actos, una biblioteca y un centro de Internet.


Continuamos dando una vuelta por las ruinas de la iglesia de San Pedro,
destruida durante la Guerra Civil.
Y de iglesia en iglesia, nos fuimos a la de San Juan. Como dato curioso, esta es la única que sobrevive entera de
las tres que llegó a tener Hita. Creo que ahí fue donde más frío pasé, al estar
más en alto corría un aire que daba gusto… (estamos hablando de que estuve en
noviembre)
Ya quedaba poco por ver. Pusimos rumbo al Palenque, lugar donde se celebran las
justas de la feria medieval. Yo estuve hace unos años y es realmente
impresionante aquello, todo ambientado con estandartes, lleno de velas y con
los caballeros peleando con sus lanzas. Fue justo el fin de semana pasado y me
lo perdí :( ¡Espero poder volver un año porque me encanta!
En cuanto a la muralla de Hita, se conserva bastante bien por varios tramos (entre
ellos en la parte del palenque), aunque es cierto que por alguna zona ha sido
reconstruida. Fue mandada construir por el Marqués de Santillana allá por 1441
y la única puerta que se conserva es la de Santa María, también remodelada. Volvimos
a atravesar aquella puerta, que es la que da a la plaza, y emprendimos el
regreso a casa.
Y así es como acaba el primer viaje de Emily.
Espero que después de este post pueda reincorporarme a la vida bloguera y
atenderos a todos como os merecéis :) ¡Feliz verano!