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El Portalón de la Casona (Ciudad Real)

08 febrero 2017

Un buen lugar para tapear por Ciudad Real es "El Portalón de la Casona", en la Plaza Mayor. Al contrario de lo que pasa en otras ciudades, que tomarte algo en un bar céntrico te supone un buen golpe para el bolsillo, aquí los precios fueron muy asequibles.



La jarra de tinto de verano más la tapa costaba 2'80€, y el refresco con la tapa 2'30€. Si eres de los que, como yo, bebe poco (o con una jarra de tinto de ese tamaño tiene para rato) no pasa nada, porque también podías pedirte una tapa suelta por 1'30€.



Tenían variedad de tapas, y con un par de ellas te podías quedar bastante saciado. Nosotros pedimos unas migas con huevo frito, unos huevos rotos con jamón, una guitarra de jamón (que es el sándwich de la foto) y una tosta de solomillo con queso roquefort, esta última un poco escasa pero muy rica.




La comida en total nos salió rondando los 8€, porque el servicio en mesa tenía suplemento. Pero vamos, que aún pidiendo otra tapa más con bebida, el precio por persona estaba muy bien. ¿Qué te parece? ¿Me recomiendas otro sitio para la próxima vez que vaya a comer a Ciudad Real?

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Maqueda, una joya toledana

09 febrero 2014

Hacía mucho que no tenía tiempo para salir de excursión. De hecho, creo que desde que volví de Cantabria a finales de agosto no había conseguido salir ni un día de excursión… (la vida del músico es dura, aunque los hay que piensen que estamos todo el día sin hacer nada).



Pero por fin con las vacaciones de Navidad reuní un ratito y allá que fuimos. El destino principal de ese día era Talavera de la Reina, en Toledo, pero como sabéis me encanta entretenerme por el camino. Y así es como llegamos a Maqueda, un pueblecito que está unos 40 km. antes de Talavera.

En principio paramos porque desde la carretera se ve un castillo bastante bien conservado, y no podíamos dejar pasar la oportunidad de cotillearlo. Nos metimos al pueblo y nos costó un poco dar con un sitio para aparcar. No porque todo estuviera ocupado ni nada parecido, sino porque por los alrededores del castillo las calles eran tan estrechas que no cabía casi ni mi coche (que es de los más pequeñitos).



Cuando encontramos un sitio para dejar tirado el coche (“aparcarlo” sería decir mucho), nos bajamos y fuimos rápidamente al castillo, llamado Castillo de la Vela. Efectivamente por fuera se conserva muy bien, pero por dentro no sabíamos bien qué había. El castillo es de origen romano –fue una torre vigía- y estaba cerrado. Por dentro parecía moderno, por lo que pensamos que podía tener algún centro de interpretación o algo así. Más tarde descubrí que lo que hay es el Museo Histórico de la Guardia Civil. Al lado del castillo hay un pequeño parque donde en días de verano se debe estar muy bien.

Desde el cerro del castillo no se contemplaba mucho más, las casitas de Maqueda, por lo que fuimos al coche dispuestos a continuar el viaje. Peeeero… Al torcer por una calle vimos algo que se parecía a una iglesia (ya era raro un pueblo sin iglesia). Parece que habíamos encontrado la parte “nueva” de Maqueda, y ahora sí. Aparcamos el coche y paramos a informarnos en un cartel de estos turísticos.


Resulta que Maqueda nos tenía engañados y tiene bastantes cositas. Lo que habíamos visto de lejos y que confundimos con una torre de una iglesia era la Torre de la Vela, una torre que queda de una fortaleza del siglo XII.

Ahora sí, localizamos la iglesia y fuimos a verla. La Iglesia de Santa María de los Alcázares se encuentra en la plaza del pueblo, y aunque el edificio en sí es del siglo XV, la torre del campanario que vemos hoy es mucho más moderna, de 1908. Delante de esta iglesia vemos un arco semiderruido, la Puerta Califal, y era la puerta que daba entrada a una antigua fortaleza.


Detrás del Ayuntamiento entrevemos otra torre de otra iglesia y nos vamos a verla. Era la torre de la Parroquia de Santo Domingo, de la que solo quedaban esos restos de la torre, ni más ni menos. El resto fue demolido hace tiempo.

Entre las fiestas más destacadas de este pueblo toledano, se encuentra su fiesta de moros y cristianos, que se celebra el último domingo de abril. ¡Yo siempre empeñada en ir a la costa para ver estas fiestas y resulta que al lado de casa tengo una de estas bonitas fiestas! ¿Os venís a verla este año? :)



En fin, este es el resultado de pararse en los pueblos que te llaman la atención. Que al final encuentras un lugar precioso donde menos te lo esperas. ¿Conocíais Maqueda? ¿Os gustaría ir? ¿Qué os ha parecido? ¡Espero vuestros comentarios!



¡Un abrazo viajeros!



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Hita: paseos, justas y torneos

11 julio 2013

Después de la visita fallida al Castillo del Cid en Jadraque y de parar en Miralrío (polémico post, por cierto), continuamos el camino hacia Hita. Peeero… Antes paramos en Padilla de Hita, que ya sabéis que me encanta eso de parar por el camino en los pueblos que encuentro.




En este caso me llamó la atención la iglesia, que estaba en lo alto del pueblo (foto de arriba). La contemplamos desde lejos y después subimos para verla un poco mejor. No tenía mucho misterio, era una iglesia románica dedicada a San Miguel Arcángel que, con el día que hacía, tenía un aspecto un poco tétrico. Ahí aproveché para hacerle la primera foto a mi adorado traveller Emily, que me tocó el año pasado en el sorteo de Halloween de Vero4Travel.

Ahora sí, llegaba el momento de ir a Hita, un pueblo de Guadalajara que es conjunto Histórico Artístico desde 1964. A pesar de ser domingo pudimos aparcar sin problemas en el casco histórico. En las afueras hay un descampado donde dejar el coche, pero os recomiendo que miréis si hay hueco en la plaza porque suele haber.


Atravesamos la Puerta de Santa María y llegamos a la plaza. Ahí dejamos el coche y fuimos en busca de la oficina de turismo, aunque confieso que casi no hacía falta porque en el muro había un mapa grabado que se veía muy bien. Me llamó la atención que a lo lejos se oía una musiquilla medieval (enlatada) que finalmente descubrí que venía de la oficina de turismo.


Sin embargo sí que os recomiendo pasar por turismo, ya que el edificio es la Casa del Arcipreste y se puede visitar de forma gratuita, al menos cuando yo fui. Consta de dos plantas donde puedes ver la Sala de Arqueología, donde hay una serie de objetos antiguos recogidos en Hita (monedas, vasijas…), la Sala Medieval, donde se encuentran las máscaras utilizadas en la famosa feria medieval que se celebra en el mes de julio. Esta sala fue mi favorita, me resultó súper curiosa y la Sala Etnográfica, donde hay enseres y utensilios rurales. A parte de estas salas en la Casa del Arcipreste hay un salón de actos, una biblioteca y un centro de Internet.



Continuamos dando una vuelta por las ruinas de la iglesia de San Pedro, destruida durante la Guerra Civil. Y de iglesia en iglesia, nos fuimos a la de San Juan. Como dato curioso, esta es la única que sobrevive entera de las tres que llegó a tener Hita. Creo que ahí fue donde más frío pasé, al estar más en alto corría un aire que daba gusto… (estamos hablando de que estuve en noviembre)

Ya quedaba poco por ver. Pusimos rumbo al Palenque, lugar donde se celebran las justas de la feria medieval. Yo estuve hace unos años y es realmente impresionante aquello, todo ambientado con estandartes, lleno de velas y con los caballeros peleando con sus lanzas. Fue justo el fin de semana pasado y me lo perdí :( ¡Espero poder volver un año porque me encanta!



En cuanto a la muralla de Hita, se conserva bastante bien por varios tramos (entre ellos en la parte del palenque), aunque es cierto que por alguna zona ha sido reconstruida. Fue mandada construir por el Marqués de Santillana allá por 1441 y la única puerta que se conserva es la de Santa María, también remodelada. Volvimos a atravesar aquella puerta, que es la que da a la plaza, y emprendimos el regreso a casa.



Y así es como acaba el primer viaje de Emily. Espero que después de este post pueda reincorporarme a la vida bloguera y atenderos a todos como os merecéis :) ¡Feliz verano!


Todas las fotos en mi facebook :)

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